05 Febrero 2013
LISTA PARA PARTIR. María José antes de despegar hacia Buenos Aires. LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO (ARCHIVO)
Pasaron los brindis, los festejos, las reflexiones y los agradecimientos. Después de un par de meses turbulentos y de un viaje que le abrió algunas puertas, la pequeña María José Radis se prepara para una nueva visita al hospital Garrahan, en Buenos Aires. Allí le harán pruebas y será examinada por especialistas, quienes estudian la causa de la extraña enfermedad que le detuvo el crecimiento. Ella tiene turno para dentro de un mes, pero la peregrinación para conseguir fondos para el traslado debe comenzar de inmediato.
El 27 de diciembre María José cumplió 12 años. Sin embargo, su cuerpo parece el de una nena de cuatro: mide apenas 90 centímetros y sus huesos son tan débiles que caminar o pararse por sí misma puede provocarle fisuras en las piernas. Por eso, y a pesar de que sus capacidades cognitivas están perfectas, la nena está casi siempre en brazos de su mamá, Lorena Lizárraga.
"No sé cómo haremos para llegar a Buenos Aires porque en este momento no tenemos obra social. Mi marido es obrero temporal y en esta época nos quedamos sin cobertura, así que tengo que averiguar si nos cubren los pasajes como lo hicieron la vez pasada", confesó Lizárraga, cuya familia está afiliada a Osprera, la obra social del personal rural y estibadores.
Esta vez, la estadía en Buenos Aires se hará un poco más larga. El 14 de marzo es el primer turno en el Garrahan y el 4 de abril deben visitar a un especialista en huesos. "Me parece que nos tendremos que quedar todo ese tiempo allá, porque no podemos ir y volver. María José está con ganas de ir a ver qué pasa, pero quiere que vaya también su papá. En el viaje anterior no pudo ir él porque la obra social no cubría, pero ahora son muchos días...", anticipó la mamá.
Entre las puertas que se le abrieron a María José en el Garrahan está la posibilidad de llevarla a Canadá. "Me dicen que ahí están los mejores especialistas de huesos de todo el mundo. Si acá no se puede hacer nada, tendremos que viajar", anticipó la mamá.
El 27 de diciembre María José cumplió 12 años. Sin embargo, su cuerpo parece el de una nena de cuatro: mide apenas 90 centímetros y sus huesos son tan débiles que caminar o pararse por sí misma puede provocarle fisuras en las piernas. Por eso, y a pesar de que sus capacidades cognitivas están perfectas, la nena está casi siempre en brazos de su mamá, Lorena Lizárraga.
"No sé cómo haremos para llegar a Buenos Aires porque en este momento no tenemos obra social. Mi marido es obrero temporal y en esta época nos quedamos sin cobertura, así que tengo que averiguar si nos cubren los pasajes como lo hicieron la vez pasada", confesó Lizárraga, cuya familia está afiliada a Osprera, la obra social del personal rural y estibadores.
Esta vez, la estadía en Buenos Aires se hará un poco más larga. El 14 de marzo es el primer turno en el Garrahan y el 4 de abril deben visitar a un especialista en huesos. "Me parece que nos tendremos que quedar todo ese tiempo allá, porque no podemos ir y volver. María José está con ganas de ir a ver qué pasa, pero quiere que vaya también su papá. En el viaje anterior no pudo ir él porque la obra social no cubría, pero ahora son muchos días...", anticipó la mamá.
Entre las puertas que se le abrieron a María José en el Garrahan está la posibilidad de llevarla a Canadá. "Me dicen que ahí están los mejores especialistas de huesos de todo el mundo. Si acá no se puede hacer nada, tendremos que viajar", anticipó la mamá.
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