04 Febrero 2013
BUENOS AIRES.- Economistas y dirigentes políticos renovaron las críticas al Gobierno nacional por no resolver el problema de la inflación y, tras la declaración de censura que emitió el FMI contra Argentina por la calidad de sus estadísticas oficiales, reclamaron sincerar las cifras del Indec.
Entre quienes fustigaron la falta de respuesta al problema inflacionario figuran el ex vicepresidente Julio Cobos, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y el ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, quienes ocuparon cargos durante la gestión del kirchnerismo y hoy están del lado opositor.
Cobos cuestionó al Gobierno nacional porque "se enarbola la bandera de la defensa de los que menos tienen, pero faltan políticas para revertir lo que más ataca al ya de por sí débil poder adquisitivo de miles de argentinos: la inflación".
"La Argentina requiere un golpe de timón, lo que implica: sincerar las estadísticas; planificar una disminución progresiva de la inflación; corregir las asimetrías producidas por el impuesto a las ganancias, elevando los mínimos; salir del cepo cambiario, y clarificar el sistema de cambio para evitar un mercado paralelo", planteó Cobos en un comunicado.
El dirigente de la UCR criticó que según el Indec, "la inflación de 2012 fue de 10,8%, cuando claramente fue superior al 25% anual", y dijo: "es imposible planificar sin diagnóstico y, más difícil aún, diagnosticar a partir de índices alejados de la realidad". Además, destacó que la recaudación impositiva creció un 25%, igual que la inflación, y objetó que, del total recaudado, "el 18% provino del impuesto a las Ganancias, lo que afecta directamente el bolsillo del trabajador".
Falsear información
En la misma línea, Lavagna aseveró que el Indec empezó en 2007 a "falsear" los índices de inflación, y acotó que el organismo "hoy no tiene datos serios". Según el ex jefe de la cartera económica, el Indec "empezó a falsear en 2007 las estadísticas de precios y después con el nivel de producción; frente a eso hubo algún discurso de la Presidente (Cristina Fernández) que dijo que 'si todo es trucho, entruchemos' y es muy grande ese mensaje".
A su vez, Prat Gay embistió contra la administración central al asegurar que le conviene la inflación actual, y remarcó que la usa "para engañar a la gente" y sostener así subsidios y corrupción.
"A este gobierno le conviene la inflación porque es la forma de engañar a la gente cobrándole cada vez más impuestos, pudiendo seguir así con el circulo de subsidios, corrupción y demás", juzgó en una entrevista. Y, apuntó: "la inflación es funcional para el estilo de poder del kirchnerismo".
"Con un Banco Central que dejó de ser independiente incurriendo en una emisión que crece al 40% anual, es muy difícil pensar que puedan frenar el fenómeno inflacionario", auguró.
Soluciones reales
Entre tanto, el diputado nacional Francisco de Narváez reclamó al gobierno abordar la inflación con "soluciones reales y no mintiéndole a la gente".
"Hay que ir en defensa de la Constitución nacional, abordando los verdaderos problemas con soluciones reales, no mintiéndole a la gente por la inflación o la inseguridad: tenemos que ser claros y contundentes", explicó el diputado opositor. (DyN)
Entre quienes fustigaron la falta de respuesta al problema inflacionario figuran el ex vicepresidente Julio Cobos, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y el ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, quienes ocuparon cargos durante la gestión del kirchnerismo y hoy están del lado opositor.
Cobos cuestionó al Gobierno nacional porque "se enarbola la bandera de la defensa de los que menos tienen, pero faltan políticas para revertir lo que más ataca al ya de por sí débil poder adquisitivo de miles de argentinos: la inflación".
"La Argentina requiere un golpe de timón, lo que implica: sincerar las estadísticas; planificar una disminución progresiva de la inflación; corregir las asimetrías producidas por el impuesto a las ganancias, elevando los mínimos; salir del cepo cambiario, y clarificar el sistema de cambio para evitar un mercado paralelo", planteó Cobos en un comunicado.
El dirigente de la UCR criticó que según el Indec, "la inflación de 2012 fue de 10,8%, cuando claramente fue superior al 25% anual", y dijo: "es imposible planificar sin diagnóstico y, más difícil aún, diagnosticar a partir de índices alejados de la realidad". Además, destacó que la recaudación impositiva creció un 25%, igual que la inflación, y objetó que, del total recaudado, "el 18% provino del impuesto a las Ganancias, lo que afecta directamente el bolsillo del trabajador".
Falsear información
En la misma línea, Lavagna aseveró que el Indec empezó en 2007 a "falsear" los índices de inflación, y acotó que el organismo "hoy no tiene datos serios". Según el ex jefe de la cartera económica, el Indec "empezó a falsear en 2007 las estadísticas de precios y después con el nivel de producción; frente a eso hubo algún discurso de la Presidente (Cristina Fernández) que dijo que 'si todo es trucho, entruchemos' y es muy grande ese mensaje".
A su vez, Prat Gay embistió contra la administración central al asegurar que le conviene la inflación actual, y remarcó que la usa "para engañar a la gente" y sostener así subsidios y corrupción.
"A este gobierno le conviene la inflación porque es la forma de engañar a la gente cobrándole cada vez más impuestos, pudiendo seguir así con el circulo de subsidios, corrupción y demás", juzgó en una entrevista. Y, apuntó: "la inflación es funcional para el estilo de poder del kirchnerismo".
"Con un Banco Central que dejó de ser independiente incurriendo en una emisión que crece al 40% anual, es muy difícil pensar que puedan frenar el fenómeno inflacionario", auguró.
Soluciones reales
Entre tanto, el diputado nacional Francisco de Narváez reclamó al gobierno abordar la inflación con "soluciones reales y no mintiéndole a la gente".
"Hay que ir en defensa de la Constitución nacional, abordando los verdaderos problemas con soluciones reales, no mintiéndole a la gente por la inflación o la inseguridad: tenemos que ser claros y contundentes", explicó el diputado opositor. (DyN)
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