02 Febrero 2013
DESTROZOS. Restos de mampostería quedaron regados en los accesos a la sede diplomática en Ankara. REUTERS
ANKARA.- Dos muertos y varios heridos dejó un atentado suicida realizado ayer la zona de control de visitantes de la embajada de Estados Unidos en Turquía. Las imágenes de televisión muestran un gran agujero en una pared del edificio; una densa columna de humo llenó el lugar de la explosión y la calle estaba repleta de escombros.
Los diplomáticos que se encontraban en el lugar fueron refugiados temporalmente en búnkeres internos blindados.
El ministro turco del Interior, Mohamed Güler, responsabilizó del ataque a Ibrahim Cukadar, de 37 años, miembro del ala militar del ilegalizado Partido Revolucionario Popular de Liberación. Cukadar cumplió una pena de ocho meses de prisión por participar de manifestaciones no autorizadas, y es una de las víctimas mortales del atentado. El otro es el guardia de seguridad Mustafá Akarsu.
"Fue una enorme explosión. Estaba sentado en mi tienda cuando ocurrió. Vi lo que parecía ser una extremidad en el suelo", describió el agente de viajes Kamiyar Barnos, cuyo local se encuentra a unos 100 metros del lugar del estallido.
Recambio
La agresión se produjo horas antes de la asunción del senador demócrata John Kerry como secretario de Estado y jefe de la diplomacia norteamericana. El político, de 69 años y ex candidato presidencial, sucede en el cargo a Hillary Clinton, quien decidió no continuar.
Diversos Gobiernos de Occidente condenaron la explosión, y la vocera del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, agregó que su país trabajaba en estrecha colaboración con la Policía turca.
El hecho ocurrió en momentos en que el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitaba en Berlín a la canciller alemana, Ángela Merkel, antes de llegar a la Conferencia de Seguridad Internacional de Munich.
Turquía encabeza los llamados para una intervención militar internacional en la vecina Siria. (Reuters-Télam-DPA)
Los diplomáticos que se encontraban en el lugar fueron refugiados temporalmente en búnkeres internos blindados.
El ministro turco del Interior, Mohamed Güler, responsabilizó del ataque a Ibrahim Cukadar, de 37 años, miembro del ala militar del ilegalizado Partido Revolucionario Popular de Liberación. Cukadar cumplió una pena de ocho meses de prisión por participar de manifestaciones no autorizadas, y es una de las víctimas mortales del atentado. El otro es el guardia de seguridad Mustafá Akarsu.
"Fue una enorme explosión. Estaba sentado en mi tienda cuando ocurrió. Vi lo que parecía ser una extremidad en el suelo", describió el agente de viajes Kamiyar Barnos, cuyo local se encuentra a unos 100 metros del lugar del estallido.
Recambio
La agresión se produjo horas antes de la asunción del senador demócrata John Kerry como secretario de Estado y jefe de la diplomacia norteamericana. El político, de 69 años y ex candidato presidencial, sucede en el cargo a Hillary Clinton, quien decidió no continuar.
Diversos Gobiernos de Occidente condenaron la explosión, y la vocera del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, agregó que su país trabajaba en estrecha colaboración con la Policía turca.
El hecho ocurrió en momentos en que el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitaba en Berlín a la canciller alemana, Ángela Merkel, antes de llegar a la Conferencia de Seguridad Internacional de Munich.
Turquía encabeza los llamados para una intervención militar internacional en la vecina Siria. (Reuters-Télam-DPA)