31 Enero 2013
"PURPURADAS". Rita, apertura y capitana, junto a la inalcanzable "Isa", cartas ganadoras del equipo femenino de Cardenales.
No hay viento favorable para el que no sabe adónde va, aconsejaba Lucio Séneca a los hombres de su tiempo. Hoy, un par de milenios después, la cuestión es dilucidar cuánto saben Rita Cazorla e Isabel Fontanarrosa sobre Houston, la gran ciudad en la que aterrizaron hace un par de días. Sin wikipedear, por supuesto.
"Yo sabía que quedaba en el Golfo de México. Ah, y que de acá salieron el Apolo 13 y todos los cohetes que lanza Estados Unidos al espacio", arriesga Cazorla. La capitana de Cardenales acierta a medias: la ubicación es correcta, mas no la actividad espacial. Los lanzamientos se efectúan desde Cabo Cañaveral (o Cabo Kennedy), en Florida, mientras que Houston se encarga de monitorear las misiones tripuladas como las del Programa Apolo. Aprobada de todos modos.
"Mmm, Houston, creo que tenemos un problema con esta pregunta", quiere despejar Isa. Pero hace el intento. "Estamos en el surcentro del país, en Texas. Y no hay un gran equipo en la NBA ni en la NFL (liga de fútbol americano)", dice, tachando a los Rockets y a los Texans de un solo trazo. Luz verde también para la wing.
Igual, a Houston no fueron a rendir geografía sino a participar del Seven que se disputará entre mañana y el sábado. Será la primera vez del seleccionado nacional femenino en una etapa de la Serie Mundial, algo que sin dudas marcará un punto de inflexión en su cronología de vida.
"Para el rugby femenino argentino es algo histórico. Se trata de la primera vez que podremos medirnos con selecciones fuera de Sudamérica. Es un sueño cumplido para todas, desde las pioneras hasta las más nuevas", dimensiona Fontanarrosa.
Pese a tener de entrenador a una leyenda del seven como Santiago Gómez Cora (máximo anotador de tries en la historia, con 213), será una prueba de altísima dificultad para Las Pumas. En su debut, compartirán grupo con Sudáfrica, EE.UU y Canadá, potencias mundiales. Por eso es que el plan de acción es utilizar el paso por tierra norteamericana como campo de entrenamiento para alcanzar el objetivo final: el Sudamericano, donde manda Brasil.
"Este un paso más para crecer en muchos aspectos y acercarnos más a las brasileñas. Así que mejor que se vayan asustando, je", bromea Cazorla, que en pocos días cumplirá otro sueño personal...
La Ciudad del Pecado
"Cuando tenía ocho años vi un documental en el que decían que es la única ciudad que se puede ver desde el espacio. Y desde entonces quise ir a Las Vegas", confiesa Bebé, apodo que Rita arrastra desde la niñez. "La Ciudad del Pecado", esa de las luces de neón y los Elvis casamenteros, será el otro destino de Las Pumas en las tierras del Tío Sam. El 8 y 9 de febrero jugarán allí otro Seven, que si bien no forma parte del Circuito Mundial, les permitirá conocer el oasis multicolor de los casinos en medio del desierto de Nevada.
"No me desespera la fiesta ni el juego", sostiene Isa, como si alguien le fuera a creer. "Pero si vas a Las Vegas y no te tirás unas fichas es como ir a Tucumán y no tomarse un achilata", concede por fin. Y sí, para qué restingirse.
Igual, tampoco es cuestión de dilapidar el presupuesto en el Venetian o en el Caesar's Palace. Alfajores no venden, pero algún souvenir hay que llevar y Cazorla lo sabe: todo el mundo que sabe que viajás te pide que le lleves esto o aquello. ¡Es tremendo!".
"Yo sabía que quedaba en el Golfo de México. Ah, y que de acá salieron el Apolo 13 y todos los cohetes que lanza Estados Unidos al espacio", arriesga Cazorla. La capitana de Cardenales acierta a medias: la ubicación es correcta, mas no la actividad espacial. Los lanzamientos se efectúan desde Cabo Cañaveral (o Cabo Kennedy), en Florida, mientras que Houston se encarga de monitorear las misiones tripuladas como las del Programa Apolo. Aprobada de todos modos.
"Mmm, Houston, creo que tenemos un problema con esta pregunta", quiere despejar Isa. Pero hace el intento. "Estamos en el surcentro del país, en Texas. Y no hay un gran equipo en la NBA ni en la NFL (liga de fútbol americano)", dice, tachando a los Rockets y a los Texans de un solo trazo. Luz verde también para la wing.
Igual, a Houston no fueron a rendir geografía sino a participar del Seven que se disputará entre mañana y el sábado. Será la primera vez del seleccionado nacional femenino en una etapa de la Serie Mundial, algo que sin dudas marcará un punto de inflexión en su cronología de vida.
"Para el rugby femenino argentino es algo histórico. Se trata de la primera vez que podremos medirnos con selecciones fuera de Sudamérica. Es un sueño cumplido para todas, desde las pioneras hasta las más nuevas", dimensiona Fontanarrosa.
Pese a tener de entrenador a una leyenda del seven como Santiago Gómez Cora (máximo anotador de tries en la historia, con 213), será una prueba de altísima dificultad para Las Pumas. En su debut, compartirán grupo con Sudáfrica, EE.UU y Canadá, potencias mundiales. Por eso es que el plan de acción es utilizar el paso por tierra norteamericana como campo de entrenamiento para alcanzar el objetivo final: el Sudamericano, donde manda Brasil.
"Este un paso más para crecer en muchos aspectos y acercarnos más a las brasileñas. Así que mejor que se vayan asustando, je", bromea Cazorla, que en pocos días cumplirá otro sueño personal...
La Ciudad del Pecado
"Cuando tenía ocho años vi un documental en el que decían que es la única ciudad que se puede ver desde el espacio. Y desde entonces quise ir a Las Vegas", confiesa Bebé, apodo que Rita arrastra desde la niñez. "La Ciudad del Pecado", esa de las luces de neón y los Elvis casamenteros, será el otro destino de Las Pumas en las tierras del Tío Sam. El 8 y 9 de febrero jugarán allí otro Seven, que si bien no forma parte del Circuito Mundial, les permitirá conocer el oasis multicolor de los casinos en medio del desierto de Nevada.
"No me desespera la fiesta ni el juego", sostiene Isa, como si alguien le fuera a creer. "Pero si vas a Las Vegas y no te tirás unas fichas es como ir a Tucumán y no tomarse un achilata", concede por fin. Y sí, para qué restingirse.
Igual, tampoco es cuestión de dilapidar el presupuesto en el Venetian o en el Caesar's Palace. Alfajores no venden, pero algún souvenir hay que llevar y Cazorla lo sabe: todo el mundo que sabe que viajás te pide que le lleves esto o aquello. ¡Es tremendo!".
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