Hora de ensillar y taconear

El caballo es el medio de transporte ideal para descubrir y contemplar el horizonte sinuoso del valle de Tafí. Pese a que fue "proscripto" de la villa, y a la popularidad creciente de motos y cuatriciclos, el equino conserva su gracia única y ofrece la posibilidad de honrar la tradición.

Ese valor empapa la Cabalgata al Cielo, programa que auspicia el Ente Tucumán Turismo (la próxima salida está prevista para el 14 de febrero). El objetivo de ese paseo es dar una vuelta en grupo y compartir un asado con folclore incluido. El jinete sin corcel propio puede alquilar uno por el día (informes en la Casa del Turista).

El tránsito denso de la temporada alta obliga a cabalgar en lugares retirados del pueblo. Esa es, justamente, la especialidad de El Puesto/Cabalgatas y Restaurante de Campo. Este emprendimiento capitaneado por Jerónimo Critto ofrece salidas de medio día y de jornada completa para principiantes y avanzados. La primera se extiende durante dos horas y media mientras que la segunda consiste en un circuito de seis horas. "En cuestiones de caballos no hay matemática: la duración siempre es aproximada", dice Critto, que también organiza travesías de dos a cinco días en otoño y primavera (ver "El precio de trotar en libertad").

Otra opción para experimentar "el vuelo mágico del caballo" es alquilar un animal por hora a los lugareños apostados en el acceso a la villa. En cualquier caso, siempre conviene andar con guía y buscar caminos tranquilos.