Si vas a viajar en avión con tus hijos, pedí el portabebé y llevá entretenimientos

¡Qué niño no sueña con subirse a un avión y contemplar desde lo alto la ciudad, los ríos y las montañas...! Los chicos de entre 3 y 6 años hacen mil preguntas cuando fantasean con treparse alguna vez a una nave aérea: "¿qué sentís cuando volás en el cielo, en medio de las nubes?", "¿cómo se ven las cosas desde arriba?", "¿y qué pasa cuando llueve...? Por eso, cuando le anunciás que viajarán en avión a otra ciudad o país les genera un gran entusiasmo que tenés que aprovecharlo para que el traslado les resulte atrapante. Y sobre todo para que vuelen seguros, sin caer en la abulia.

"A los niños hay que involucrarlos antes del viaje: pedirles que elijan un peluche para usarlo de almohada en el avión o comprarles libros para colorear o de cuentos para entretenerlos. Si se cansan, se los puede acompañar para que caminen un rato por el pasillo o vayan al baño a lavarse las manos. Además, hay que evitar los vuelos de fin de semana por las aglomeraciones que suelen producirse en los aeropuertos. Para los viajes internacionales son mejores los servicios nocturnos, y para las distancias cortas los vuelos diurnos directos", sugieren los doctores Carlos Alberto Juárez (pediatra tucumano) y Ariel Almada, (pediatra de la Swiss Medical Center).

Claro que la decisión se complica cuando tenés que hacer un vuelo con niños pequeños. Si bien la edad no es un factor que los inhabilite a realizar este tipo de viaje, Juárez y Almada recomiendan hacerlo después de las seis semanas de vida.

Los bebés de 0 a 2 años pueden viajar en el regazo de los padres, aunque la mayoría de las aerolíneas -sobre todo para vuelos internacionales- tienen cunas y sillas portabebés especialmente diseñadas para el viaje aéreo. Pero tenés que solicitarlas con antelación. Los mayores de 2 años viajan en un asiento junto a sus padres. Los pediatras responden las preguntas más frecuentes :

- ¿Los bebés sufren durante un viaje largo?

- Los bebés pueden tener trastornos en sus rutinas de sueño y alimentación en viajes largos con diferencia horaria significativa. Para que se adapten más rápido hay que hacerlos dormir la mayor cantidad de horas en el avión. El día antes de partir hay que despertarlo más temprano o dejarlo dormir menos horas.

- ¿Hay que pedir algún alimento especial en el vuelo?

- En los aviones prohiben llevar líquidos, pero la medida no rige para alimentos de bebés (leche maternizada o jugos). Si se alimenta con mamadera, hay que calcular cuántas necesitará para el viaje y llevar dos o tres más por posibles retrasos. Conviene llevar papillas preparadas o averiguar con tiempo si la empresa proveer este tipo de alimento.

- ¿Qué ocurre con los pequeños que sufren de los oídos?

- Los aviones tienen hoy un sistema de presurización muy seguro, que sólo causa cambios notorios de presión en la cabina durante el despegue y el aterrizaje. Esto puede producir cambios temporarios en la presión del oído medio generando molestias y taponamiento. Para ayudar a equilibrar esos cambios hay que estimular la deglución en el despegue y aterrizaje (un biberón o vaso de agua es suficiente). Los niños que sufren otitis media aguda no tienen contraindicado el viaje aéreo.