21 Enero 2013
TAREA CUMPLIDA. El tucumano Rodolfo Bollero pudo completar su segundo Dakar.
Cada piloto corre su propio Dakar, y Rodolfo Bollero puede decir que ganó el suyo sin temor a réplicas. Lejos de la realidad ultraprofesional de estrellas como Cyril Despres y Francisco López, cuya preocupación se reduce a correr, el de Yerba Buena se hizo un lugar entre los elegidos que superaron a la aventura más exigente del mundo. Con su estructura de base principalmente familiar y una gigantesca dosis de voluntad, clasificó 64° entre las 196 motos que largaron desde Lima, lo que lo posicionó como el quinto mejor argentino de la categoría. Concluida la ceremonia de premiación, Bolleto dialogó telefónicamente con LG Deportiva.
"Estuve corriendo hasta el sábado, así que todavía me queda un poco de esa adrenalina propia de los Dakar. Pero ya me está empezando a aflorar el cansancio acumulado de todos estos días", confesó el piloto desde Santiago de Chile, donde permanecerá con su familia hasta hoy o mañana.
Pese a alcanzar un resultado mucho más satisfactorio que en los dos años anteriores, desistió de calificar a este como su mejor Dakar. "Son distintos. Todos los Dakar fueron positivos, porque me permitieron aprender cosas, sumar experiencia y vivir satisfacciones. Algunas amargas, otras no. Pero es cierto que cuando uno logra completar el recorrido, el logro es más importante, lógicamente", reconoció.
Lo que sí distinguirá a esta edición en algún repaso mental futuro será su dificultad. "La verdad es que fue un Dakar muy complicado. Pero esto es así. No por nada es conocida como la carrera más dura del mundo", apuntó.
Habiendo dejado atrás las penurias del "Chicharito" rojo que utilizó el año pasado, la vuelta a la categoría de dos ruedas le sentó de maravilla a Bollero. "Pero si corro o no, y si lo hago en moto, se verá más adelante. Por ahora, no hay más Dakar", aclaró, dejando en suspenso su futuro en la prueba.
Antes de despedirse, aprovechó para agradecer al público. "Me sentí muy apoyado. La gente siempre estuvo ahí, esperándome a la vera de la ruta y alentándome. Estoy muy agradecido por todo ese acompañamiento", indicó.
"Estuve corriendo hasta el sábado, así que todavía me queda un poco de esa adrenalina propia de los Dakar. Pero ya me está empezando a aflorar el cansancio acumulado de todos estos días", confesó el piloto desde Santiago de Chile, donde permanecerá con su familia hasta hoy o mañana.
Pese a alcanzar un resultado mucho más satisfactorio que en los dos años anteriores, desistió de calificar a este como su mejor Dakar. "Son distintos. Todos los Dakar fueron positivos, porque me permitieron aprender cosas, sumar experiencia y vivir satisfacciones. Algunas amargas, otras no. Pero es cierto que cuando uno logra completar el recorrido, el logro es más importante, lógicamente", reconoció.
Lo que sí distinguirá a esta edición en algún repaso mental futuro será su dificultad. "La verdad es que fue un Dakar muy complicado. Pero esto es así. No por nada es conocida como la carrera más dura del mundo", apuntó.
Habiendo dejado atrás las penurias del "Chicharito" rojo que utilizó el año pasado, la vuelta a la categoría de dos ruedas le sentó de maravilla a Bollero. "Pero si corro o no, y si lo hago en moto, se verá más adelante. Por ahora, no hay más Dakar", aclaró, dejando en suspenso su futuro en la prueba.
Antes de despedirse, aprovechó para agradecer al público. "Me sentí muy apoyado. La gente siempre estuvo ahí, esperándome a la vera de la ruta y alentándome. Estoy muy agradecido por todo ese acompañamiento", indicó.
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