19 Enero 2013
Se mantiene la crisis de los rehenes en Argelia
Unos 30 secuestrados murieron en el ataque del Ejército para recuperar la planta de gas copada por un grupo armado cercano a Al Qaeda. Paradero desconocido para unos 60 extranjeros, que aún estarían dentro del inmenso complejo. Japón exige que se priorice la seguridad de los retenidos. Amenazas cruzadas.
DESDE ARRIBA. Foto aérea de la planta gasífera en el desierto argelino. REUTERS/DIGITALGLOBE
ARGEL.- Cerca de 60 extranjeros permanecían ayer secuestrados o desaparecidos en el interior de una planta de gas en Argelia, luego de que el Ejército de ese país irrumpiera en el complejo ubicado en el desierto del Sáhara, para liberar a cientos de rehenes capturados por militantes islamistas.
El ataque, que ha generado preocupación y críticas en todo el mundo, causó varios muertos entre los civiles retenidos, pero la cifra final no pudo ser determinada todavía. Las proyecciones más confiables hablan de una treintena de víctimas mortales entre los secuestrados y de 18 captores.
La agencia estatal de noticias argelina APS informó que un centenar de los 132 rehenes extranjeros (en un principio, se habló de 41 secuestrados) habían recuperado la libertad y que el Ejército había rescatado 650 personas, 573 de las cuales eran argelinos. "Todavía se está tratando de conseguir una solución pacífica, antes de neutralizar por completo al grupo terrorista que se encuentra en la instalación y liberar a las personas que todavía siguen detenidas", agregó.
Aún no se sabe con exactitud cuántos de los secuestrados están todavía directamente bajo la vigilancia de las milicias armadas islámicas y cuántos se encontrarían escondidos en algún área del enorme complejo energético. Entre los que continúan en paradero desconocido hay 10 japoneses; ocho noruegos; una cantidad de británicos que su primer ministro, David Cameron, calculó en "menos de 30" y numerosos estadounidenses.
"Es un sitio grande y complejo; todavía están persiguiendo a los terroristas y posiblemente a algunos rehenes. Estamos tratando con una situación incierta y peligrosa. La amenaza terrorista ha sido eliminada en una parte, pero todavía sigue existiendo en otra", sostuvo Cameron ante su Parlamento. El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, confirmó que la operación seguía en marcha.
Reclamo nipón
Los Gobiernos occidentales reclaman precisión sobre el destino de sus compatriotas, en medio del malestar porque no fueron consultados antes del ataque militar. El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, reclamó a Argelia a poner en primer plano la integridad de los rehenes. "La seguridad de las personas debe ser la prioridad", dijo.
La agencia de noticias mauritana ANI aseveró que los secuestradores ofrecieron intercambiar a los secuestrados norteamericanos por dos militantes islamistas encarcelados en Estados Unidos: el paquistaní Aafia Siddiqui y del egipcio Omar Abdel Rahman. El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, advirtió que los terroristas "no encontrarán dónde esconderse, no habrá santuario ni refugio en ningún otro lugar".
Los extremistas pertenecen a la Brigada de los Enmascarados, rama de Al Qaeda, y actuaron en represalia por la ofensiva militar francesa en Mali. Uno de sus voceros le pidió a los africanos "mantenerse lejos de los lugares en los que operan empresas extranjeras; apareceremos donde nadie nos espere". (Reuters-DPA-Télam)
El ataque, que ha generado preocupación y críticas en todo el mundo, causó varios muertos entre los civiles retenidos, pero la cifra final no pudo ser determinada todavía. Las proyecciones más confiables hablan de una treintena de víctimas mortales entre los secuestrados y de 18 captores.
La agencia estatal de noticias argelina APS informó que un centenar de los 132 rehenes extranjeros (en un principio, se habló de 41 secuestrados) habían recuperado la libertad y que el Ejército había rescatado 650 personas, 573 de las cuales eran argelinos. "Todavía se está tratando de conseguir una solución pacífica, antes de neutralizar por completo al grupo terrorista que se encuentra en la instalación y liberar a las personas que todavía siguen detenidas", agregó.
Aún no se sabe con exactitud cuántos de los secuestrados están todavía directamente bajo la vigilancia de las milicias armadas islámicas y cuántos se encontrarían escondidos en algún área del enorme complejo energético. Entre los que continúan en paradero desconocido hay 10 japoneses; ocho noruegos; una cantidad de británicos que su primer ministro, David Cameron, calculó en "menos de 30" y numerosos estadounidenses.
"Es un sitio grande y complejo; todavía están persiguiendo a los terroristas y posiblemente a algunos rehenes. Estamos tratando con una situación incierta y peligrosa. La amenaza terrorista ha sido eliminada en una parte, pero todavía sigue existiendo en otra", sostuvo Cameron ante su Parlamento. El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, confirmó que la operación seguía en marcha.
Reclamo nipón
Los Gobiernos occidentales reclaman precisión sobre el destino de sus compatriotas, en medio del malestar porque no fueron consultados antes del ataque militar. El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, reclamó a Argelia a poner en primer plano la integridad de los rehenes. "La seguridad de las personas debe ser la prioridad", dijo.
La agencia de noticias mauritana ANI aseveró que los secuestradores ofrecieron intercambiar a los secuestrados norteamericanos por dos militantes islamistas encarcelados en Estados Unidos: el paquistaní Aafia Siddiqui y del egipcio Omar Abdel Rahman. El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, advirtió que los terroristas "no encontrarán dónde esconderse, no habrá santuario ni refugio en ningún otro lugar".
Los extremistas pertenecen a la Brigada de los Enmascarados, rama de Al Qaeda, y actuaron en represalia por la ofensiva militar francesa en Mali. Uno de sus voceros le pidió a los africanos "mantenerse lejos de los lugares en los que operan empresas extranjeras; apareceremos donde nadie nos espere". (Reuters-DPA-Télam)
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