17 Enero 2013
Tiene 21 años y está a punto de recibirse de contadora. Será por eso que Pía M. suplica que no se publique su apellido. A cambio, se anima a contar su historia, el miedo terrible que interrumpió sus vacaciones en Tafí del Valle y que la empujaron, después de incontables años, a cambiarse de cama e ir a dormir con su mamá. Como cuando era una niña...
"Había terminado de ver una peli y estábamos mi hermana, mi mamá, mi abuela y yo en casa, cada una en su cuarto. De repente comencé a sentir que todo se movía y me asusté muchísimo. En eso entra mi mamá como loca diciendo que iban a haber réplicas y como yo tenía tanto miedo me dijo que fuera a dormir con ella. En realidad, no sé quién tenía más miedo, si yo o ella, pero nos quedamos durmiendo juntas. Mi abuela lo escuchó pero no le dio importancia y mi hermana menos todavía", relató la futura contadora y repitió la advertencia: "si publicás mi nombre completo, me tengo que ir de la provincia de la vergüenza".
Según el reporte del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), el sismo ocurrió a las 0.11 de ayer y su epicentro fue a 40 km hacia el Oeste de la capital tucumana, a apenas 10 km de Tafí del Valle. Por la escasa distancia y la superficialidad del evento, en la villa turística fue donde más se lo sintió, despertando incluso a pobladores que ya se encontraban dormidos. "Fue tan fuerte que me desperté. Me quedé quieta y esperé a que pase", confesó Soledad Lera, Policía de esa localidad e informó que, afortunadamente, no se registraron daños de ninguna índole en el pueblo. Sin embargo, lo que sí dejó el movimiento telúrico fue un susto terrible y ayer era el tema de conversación obligado en todos los cafés.
"Yo estaba justo manejando y no sentí nada. Pero al menos 15 personas con las que hablé me comentaron que fue muy fuerte. Una vecina describió el movimiento como una ondulación del suelo. Todos quedaron asustados", contó Daniel Carrazano, guía turístico de Tafí.
Un temblor memorable
Los pobladores de Tafí no están muy acostumbrados a sentir temblores, a pesar de que se trata de una zona con cierta actividad sísmica. El movimiento principal se dio a 10 km de profundidad y muy cerca de la zona poblada, es por eso que lo percibieron y se asustaron tanto. Los memoriosos de Tafí recuerdan algunos episodios, pero siempre aislados y sin mayores consecuencias. "Me acuerdo de uno que hubo en el 74. Mi hijo Daniel tenía tres años y me abrazaba la pierna, no me dejaba caminar. Ese fue fortísimo y a una amiga la agarró en el medio del puente, que se movía de un lado para otro", relató Celmira Yapura de Carrazano, una tafinista de 70 años quien también sintió el temblor de ayer.
"Ya estábamos acostados con mi marido, escuchando música, y sentimos una cosa que hizo ¡pum! y se movieron las ventanas y la cama. Nos paramos y salimos al comedor, pero paró antes de que lográsemos llegar. Después quiso hacer una réplica, pero no pasó nada", describió la señora. "Yo soy muy miedosa y religiosa, y cuando pasan cosas como esta saco la cruz de madera que me regaló mi mamá y me pongo a rezar. Lo mismo hago en las tormentas fuertes; en estos casos hay que rezar para que no nos pase nada, no solo para que no le pase nada a uno", aconseja Celmira.
Desde San Juan, el geólogo Carlos Navarro, del Inpres, dijo que no había de qué preocuparse y que el movimiento ondulatorio que percibieron los vecinos tiene que ver con las características del sismo y es absolutamente normal. "Es como estar sobre una alfombra mágica -comparó el especialista- y se vincula con la distancia que tuvo el epicentro de la zona donde se lo sintió y la profundidad del movimiento. Cuanto más cerca está uno, se lo siente más como un golpe que como una ondulación", informó.
"Había terminado de ver una peli y estábamos mi hermana, mi mamá, mi abuela y yo en casa, cada una en su cuarto. De repente comencé a sentir que todo se movía y me asusté muchísimo. En eso entra mi mamá como loca diciendo que iban a haber réplicas y como yo tenía tanto miedo me dijo que fuera a dormir con ella. En realidad, no sé quién tenía más miedo, si yo o ella, pero nos quedamos durmiendo juntas. Mi abuela lo escuchó pero no le dio importancia y mi hermana menos todavía", relató la futura contadora y repitió la advertencia: "si publicás mi nombre completo, me tengo que ir de la provincia de la vergüenza".
Según el reporte del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), el sismo ocurrió a las 0.11 de ayer y su epicentro fue a 40 km hacia el Oeste de la capital tucumana, a apenas 10 km de Tafí del Valle. Por la escasa distancia y la superficialidad del evento, en la villa turística fue donde más se lo sintió, despertando incluso a pobladores que ya se encontraban dormidos. "Fue tan fuerte que me desperté. Me quedé quieta y esperé a que pase", confesó Soledad Lera, Policía de esa localidad e informó que, afortunadamente, no se registraron daños de ninguna índole en el pueblo. Sin embargo, lo que sí dejó el movimiento telúrico fue un susto terrible y ayer era el tema de conversación obligado en todos los cafés.
"Yo estaba justo manejando y no sentí nada. Pero al menos 15 personas con las que hablé me comentaron que fue muy fuerte. Una vecina describió el movimiento como una ondulación del suelo. Todos quedaron asustados", contó Daniel Carrazano, guía turístico de Tafí.
Un temblor memorable
Los pobladores de Tafí no están muy acostumbrados a sentir temblores, a pesar de que se trata de una zona con cierta actividad sísmica. El movimiento principal se dio a 10 km de profundidad y muy cerca de la zona poblada, es por eso que lo percibieron y se asustaron tanto. Los memoriosos de Tafí recuerdan algunos episodios, pero siempre aislados y sin mayores consecuencias. "Me acuerdo de uno que hubo en el 74. Mi hijo Daniel tenía tres años y me abrazaba la pierna, no me dejaba caminar. Ese fue fortísimo y a una amiga la agarró en el medio del puente, que se movía de un lado para otro", relató Celmira Yapura de Carrazano, una tafinista de 70 años quien también sintió el temblor de ayer.
"Ya estábamos acostados con mi marido, escuchando música, y sentimos una cosa que hizo ¡pum! y se movieron las ventanas y la cama. Nos paramos y salimos al comedor, pero paró antes de que lográsemos llegar. Después quiso hacer una réplica, pero no pasó nada", describió la señora. "Yo soy muy miedosa y religiosa, y cuando pasan cosas como esta saco la cruz de madera que me regaló mi mamá y me pongo a rezar. Lo mismo hago en las tormentas fuertes; en estos casos hay que rezar para que no nos pase nada, no solo para que no le pase nada a uno", aconseja Celmira.
Desde San Juan, el geólogo Carlos Navarro, del Inpres, dijo que no había de qué preocuparse y que el movimiento ondulatorio que percibieron los vecinos tiene que ver con las características del sismo y es absolutamente normal. "Es como estar sobre una alfombra mágica -comparó el especialista- y se vincula con la distancia que tuvo el epicentro de la zona donde se lo sintió y la profundidad del movimiento. Cuanto más cerca está uno, se lo siente más como un golpe que como una ondulación", informó.
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