Un helado que se vende, se comparte y se difunde con mucho humor

"Achilata, con lata sin lata, refresca de la cabeza hasta la pata, con poca plata, el que toma achilata no se deshidrata, el que no compra cara 'i batata". El versito aparece en la boca de los heladeros más tradicionales, quienes aseguran que no se puede vender este producto rojo si no es con humor.

"La achilata vuela de los tachos, en verano y en invierno", cuenta Juan Luis, famoso achilatero de la peatonal Muñecas. Vende dos de estos refrescos por $ 5. "Es sin dudas la mejor forma de combatir el calor", dice mientras le sirve a una señora el helado hecho a base de hielo molido y granadina, según describe él mismo.

Juan Luis asegura que gracias a la difusión que se le dan a la achilata dos programas humorísticos, ahora la gente la consume mucho más. Se refiere a "Manyines" y a "República del Tucumán". "Es el helado más querido de los tucumanos", resalta Diego Viruel, productor de este último ciclo televisivo. En Manyines, proponen "basta de calor, necesitamos un achilatero por cada cuadra para refrescar a todas las familias".

El origen de este popular refresco es un misterio. Así como también la receta exacta para prepararlo. Muchos sostienen que el nombre de este producto proviene de la frase "hay gelata", que proferían los vendedores inmigrantes italianos.