16 Enero 2013
MENTALMENTE AGOTADO. Un militar norteamericano regresa a su base luego de una acción en Afganistán. REUTERS
WASHINGTON.- La cifra de suicidios en las filas del Ejército de Estados Unidos llegó a un pico de 349 soldados muertos en 2012. La cifra fue confirmada por la vocera del Departamento de Defensa, Cynthia Smith, y evidencia un fuerte incremento en lo que ya era una preocupante tendencia entre esas filas: en 2011, 301 militares terminaron voluntariamente con su vida, mientras que en 2010 hubo 295 suicidios.
La cantidad supera las bajas registradas en combate por las tropas estadounidenses en Afganistán durante el año pasado.
El saliente secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, aseguró en mayo que los suicidios eran "uno de los problemas más complejos y urgentes" que debía enfrentar su cartera. Por ello, implementó diversas medidas para responder al problema, como servicios de salud mental y líneas telefónicas de ayuda para los soldados.
"Los líderes de toda la cadena de mando deben promover activamente un clima constructivo que fomente la cohesión y aliente a los individuos a buscar ayuda cuando la necesitan", instó Panetta.
Ahora, gracias a una autorización especial, los comandantes y los médicos tienen permitido preguntar a los soldados si poseen armas particulares, ya que la mitad de los suicidios se cometieron con armas de fuego. El Congreso también avala una campaña que insta a los familiares y amigos a deshacerse del armamento privado si perciben señales preocupantes, en medio del feroz debate sobre restringir la venta libre de fusiles automáticos de gran calibre, a un mes de una masacre de niños en una escuela en Connecticut.
Hoy, el presidente, Barack Obama, dará a conocer una serie de medidas para contener la violencia armada durante un evento en la Casa Blanca. El jefe de Estado recibió el lunes un listado de recomendaciones del vicepresidente, Joe Biden, que estaría presentando formalmente su plan durante esta semana. Además, Nueva York avanza en sancionar la prohibición más rigurosa a la venta de armas y municiones de asalto en todo el país. (Télam-DPA)
La cantidad supera las bajas registradas en combate por las tropas estadounidenses en Afganistán durante el año pasado.
El saliente secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, aseguró en mayo que los suicidios eran "uno de los problemas más complejos y urgentes" que debía enfrentar su cartera. Por ello, implementó diversas medidas para responder al problema, como servicios de salud mental y líneas telefónicas de ayuda para los soldados.
"Los líderes de toda la cadena de mando deben promover activamente un clima constructivo que fomente la cohesión y aliente a los individuos a buscar ayuda cuando la necesitan", instó Panetta.
Ahora, gracias a una autorización especial, los comandantes y los médicos tienen permitido preguntar a los soldados si poseen armas particulares, ya que la mitad de los suicidios se cometieron con armas de fuego. El Congreso también avala una campaña que insta a los familiares y amigos a deshacerse del armamento privado si perciben señales preocupantes, en medio del feroz debate sobre restringir la venta libre de fusiles automáticos de gran calibre, a un mes de una masacre de niños en una escuela en Connecticut.
Hoy, el presidente, Barack Obama, dará a conocer una serie de medidas para contener la violencia armada durante un evento en la Casa Blanca. El jefe de Estado recibió el lunes un listado de recomendaciones del vicepresidente, Joe Biden, que estaría presentando formalmente su plan durante esta semana. Además, Nueva York avanza en sancionar la prohibición más rigurosa a la venta de armas y municiones de asalto en todo el país. (Télam-DPA)
