"No pienso en el retiro"

"No pienso en el retiro"

Hace casi un año, y previendo la dureza de un calendario histórico, Julio Farías trazó un horizonte que hoy ya ha dejado atrás. Hay "Flaco" para rato...

RODEADO. Con su mujer, Celeste Roberts, y sus hijas Valentina, Ana Sofía y María Joaquina. RODEADO. Con su mujer, Celeste Roberts, y sus hijas Valentina, Ana Sofía y María Joaquina.
16 Enero 2013

Cuesta creer que ese hombre que está en el centro de esta cálida escena familiar sea el mismo gigante embarrado que tackleaba australianos, neozelandeces y sudafricanos sin descanso en el Rugby Championship. Pero los que lo conocen fuera de la cancha saben que Julio Farías es así: en su enorme caparazón de 1,94 metro habita un gran rugbier, pero sobre todo una gran persona y un gran padre de familia. El "Flaco" no es de esos a los que hay que perseguirlos por todos lados. Es un tipo con la sencillez suficiente como para abrir gentilmente la puerta de su casa y prestarse a una charla con LG Deportiva.

- ¿Disfrutando del receso, Julio?

- Es la idea. Lo necesitaba después de un año de mucho desgaste. Además extrañaba mucho a mi mujer y a mis hijas, así que saldré unos días de vacaciones con ellas.

- Pero sin descuidar tu preparación, imaginamos...

- Seguro. Este año también será bastante agitado, y quiero estar a la altura. Jugar la segunda parte de la Vodacom y algunos partidos con mi club me servirá para llegar en ritmo a la ventana de junio.

Publicidad

- ¿Hasta cuándo el esfuerzo?

- Hasta que sienta que ya no tengo nada más que aportar. Ese día no dudaré en dar un paso al costado.

- Entonces de retiro ni hablemos...

- Por ahora no pienso en eso. Cuando mencioné la posibilidad del retiro pensaba en la dureza del calendario y en lo agotador de los viajes, pero lo aguanté mejor de lo que esperaba. Así que hoy sólo pienso en lo que se viene.

Publicidad

- ¿Cómo estás de las lesiones?

- Gracias a Dios muy bien, y creo que voy a seguir bien (se aferra a la silla de madera que está a su lado y sonríe).

- ¿Cuál fue tu mejor partido del año?

- Me gustaron los que jugué contra Nueva Zelanda y Australia, de visitante. Y el del empate contra Sudáfrica.

- ¿Hubo alguno que no te haya dejado conforme?

- La vuelta contra Australia, porque sentí el cansancio acumulado en el torneo. Creo que todo el equipo sintió el mismo desgaste. Tampoco me gustó el partido contra los All Blacks en La Plata, aunque ahí tuvo mucho que ver que ellos jugaron un partidazo.

- ¿Quién fue tu mejor compañero?

- Es difícil elegir, porque tengo buena onda con todo el mundo. Tal vez tenga un poco más de confianza con el "Cachorro" (Nicolás Sánchez), porque hace tres años que venimos jugando juntos. Pero en general el grupo es unido y por eso sale adelante.

- Si alguna vez te ofrecieran ser técnico del seleccionado tucumano, ¿qué harías?

- Me gustaría, pero no sin antes tener algo de experiencia. Es una tarea difícil, más allá de los conocimientos que uno tenga. Además no es lo mismo ser parte de un grupo que manejarlo, y más si se trata del seleccionado tucumano, que tiene un gran prestigio y una historia muy rica. Pero me gusta el rubro. Y si en el futuro seré técnico, ¿por qué no de la "naranja"?

- ¿Y serías dirigente?

- Uno no debe decir "nunca haré esto", pero lo de ser dirigente no lo siento. Pero quién sabe; siempre voy a estar cerca del rugby, así que tal vez algún día sienta ganas de hacerlo. Pero hoy no las siento.

- ¿Imaginabas que Los Pumas jugarían el Rugby Championship de la manera en que lo hicieron?

- Honestamente, no. Pensamos que sería muy difícil, y que era muy factible que nos hicieran muchos puntos, por ser nuestra primera experiencia. Creo que hasta el primer partido sentimos un poco eso, pero después nos fuimos dando cuenta que a estos tipos le podíamos hacer frente. Y ahora viene lo más difícil, que es mantenerse. O mejorar, por qué no.

- ¿Sienten que entienden más el juego ahora?

- Por supuesto. Cuando vino Graham Henry, nos insistió en el ruck y en que había que pasar más la pelota. Nosotros decíamos "este tipo está loco, es un vendehumo", pero después nos dimos cuenta que nada que ver. Por algo los All Blacks te pasan un ruck aunque haya una puerta de 30 centímetros de grosor adelante. Uno detrás del otro se hacen imparables, y la limpieza con que obtienen la pelota también es un detalle que los acerca a la perfección.

- ¿Los Pumas tienen ahora una nueva identidad de juego?

- Ya tenemos la idea. Ahora la cuestión es mantener la defensa que históricamente tuvimos y que a veces por querer salir a ganar la descuidamos un poco. Tenemos que apuntar a meter esa presión que te lleva a recuperar la pelota y luego administrarla bien. Ya demostramos que podemos hacerlo: así les hicimos tries a los All Blacks y a los otros también.

- Con esta progresiva profesionalización del rugby nacional, ¿el jugador pierde la mentalidad amateur?

- No, eso jamás. Al contrario, creo que eso es lo que nos hace diferentes al resto. Lo llevamos adentro y eso es fundamental para estar en un equipo. Por eso mi consejo es que se disfrute y se viva el rugby como es, y no olvidar nunca la base de los clubes: la familia, que es lo más importante. Nunca debemos perder eso.

Comentarios