Camil no se dejó seducir

Camil no se dejó seducir

La caravana pasó por Las Mesadas.

SERENIDAD. Camil Azar, sentado y apacible, dijo que no le importo el paso de los vehículos del Dakar por frente de su casa.  LA GACETA / FOTO DE LUIS DUARTE SERENIDAD. Camil Azar, sentado y apacible, dijo que no le importo el paso de los vehículos del Dakar por frente de su casa. LA GACETA / FOTO DE LUIS DUARTE
14 Enero 2013
Camil Azar se instaló en el oscuro y húmedo patio delantero. Se sentó en su silla de plástico verde, bajo un techo natural que le armaron las ramas de los árboles que cubrían su casa. Desde allí observó cada momento de la previa del paso del Dakar. Vio a los fanáticos y a las familias circular y acomodarse a la orilla de la ruta 301, en la zona del puesto de Las Mesada, uno de los puntos de referencia del tramo de enlace de la competencia que movilizó a la provincia. "Con el Dakar ganan las fábricas, los pilotos. Nosotros no ganamos nada. Solo somos unos mirones", consideró el hombre que, según se presentó, pisa ya los 80 años. 
Azar vive en su casa hace 64 años, una vivienda de dos dormitorios, una cocina y un parque natural que triplica las dimensiones de la edificación. El jubilado ha utilizado el suelo de tierra del predio para cultivar plantas, que luego vende en bolsas a los comerciantes de los Valles. Ese día, Camil le dio permiso a una familia de Monteros para que hicieron un asado cinco horas antes del paso de los pilotos y su máquina. "Soy un tipo que deja que se acerquen las personas, no soy egoísta y cedo mi terreno", aclaró en medio de la comida. 
Citricultor, fruticultor, experto en aprovechar lo beneficios de la tierra. Camil recordó cada momento de su vida y dejó en claro que la política económica del país de los últimos años no le permitió  avanzar con cada tipo de cultivo.
Azar, como otros pobladores de Las Mesadas, no se dejó impresionar por el espectáculo. Hicieron el sábado lo de siempre: trabajar, reunirse con la familia, recordar y reflexionar. Es más, durante su relato, Camil afirmó: "no tengo auto y no me interesa el Dakar". 

Años de vivencias
El puesto Las Mesadas une la rutas 301 y la interpueblo que lleva a Monteros. Sobre el kilómetro 12  se edificaron unas cinco viviendas. Familias enteras nacieron o vivieron allí muchos años, como el caso de Camil Azar. 

Tránsito intenso
El sábado, cientos de turistas quedaron varados por el corte en la ruta 301, en Las Mesadas, hasta cerca de las 21. Más de 1.000 vehículos circularon en sólo media hora.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios