14 Enero 2013
Asistencia casi perfecta
El encuentro del mediodía en la casa de los Bollero fue numeroso. Estaban sus papás (Horacio y María Eugenia), su esposa (Patricia Darroux), sus hijos (Nicolás y Agostina), su hermano (Daniel), uno de sus sobrinos, dos fans que el piloto hizo a través de Facebook (Marcelo Barros y Fernando García) y otros miembros del equipo (Ariel Guarino, Víctor Martínez, Victor Polti y Hernán Mendonca, este último acompañado por su esposa Constanza y sus hijas Agustina y Paz)
Peripecias en el viaje
La falta de agua en varias de las ciudades por donde pasó el Dakar en Perú fueron destacadas por Patricia Darroux, que oficia de jefa externa de equipo. "En algunos sitios no es que no haya, sino que directamente no quieren darla. Y si no hay agua en Perú, menos se encuentra hielo, donde prácticamente no lo conocen. En una ciudad que pasamos ni siquiera había supermercados y nos decían que las cosas básicas se vendían en ferias. Cuando llegamos a Chile, la situación cambió radicalmente", apuntó.
Bien asistido
El trabajo de recuperación física que efectúa Bollero al término de cada etapa lo deja como nuevo. "Y rescato el efecto que produce en mi cuerpo el uso del sistema tiping, un vendaje neuromuscular que alivia dolores. Además, ayuda mucho el hecho de venir haciendo una carrera tranquila, lo que me permite arribar temprano a los campamentos. En ocasiones, llegué antes que mi propio equipo. Además, llevo adelante una dieta balanceada y duermo todo lo que puedo. Lo único fuera de lugar fueron los dolores de muñeca, pero por ahora los vengo controlando", sostuvo.
Celebración doble
El brindis en la casa de los Bollero tuvo dos partes bien definidas: por un lado, celebrar que el piloto culminó la primera parte de la carrera en buen estado. Luego, porque hoy es el cumpleaños de su esposa Patricia. "Ella es un gran apoyo en todo momento", dijo el piloto.
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