12 Enero 2013
Cuando Olga del Valle Pérez circulaba por la ruta 311, en San Pedro de Colalao, vio a las tres vacas en la banquina y las reconoció como propias. Decidió buscar un camión y llevarlas a su finca. Un mes más tarde, la Justicia se las quitó, ya que habían denunciado que ellas las había robado.
Pérez comenzó un largo peregrinar en tribunales. Sucede que la mujer ya había denunciado en febrero que le habían sustraído tres animales de su finca, y acusaba a un hombre que habría estado arrendando hasta fines del 2011 una propiedad.
La causa fue instruida por el fiscal de Instrucción de X° Nominación, Guillermo Herrera, quien tiene a su cargo todas las investigaciones referidas a robo de ganado. "No había avances en la causa", explicó Pérez.
De esa manera, la mujer justificó su accionar de agosto, cuando recuperó las vacas por su cuenta. El hombre la acusó por robo. A principios de octubre, Herrera ordenó el allanamiento de la finca de Pérez, secuestró los animales y decidió que sean alojados en la sección Caballería y Perros, hasta que se resuelva quién era el verdadero propietario.
Finalmente, el 12 de diciembre, luego de analizar los papeles que acreditaban la propiedad, el fiscal resolvió que los animales sean restituidos a Pérez. "Nunca hicimos algo de lo que tengamos que escondernos, y la Patrulla Anticuatrerismo nos trató de ladrones. Ellos siempre supieron que los animales eran nuestros", manifestó.
La mujer adelantó que presentaran acciones para recuperar el dinero invertido en el trámite judicial. "Todos los días que estuvieron secuestrados los animales llevé fardos de alfa y remedios para las infecciones", dijo.
Pérez comenzó un largo peregrinar en tribunales. Sucede que la mujer ya había denunciado en febrero que le habían sustraído tres animales de su finca, y acusaba a un hombre que habría estado arrendando hasta fines del 2011 una propiedad.
La causa fue instruida por el fiscal de Instrucción de X° Nominación, Guillermo Herrera, quien tiene a su cargo todas las investigaciones referidas a robo de ganado. "No había avances en la causa", explicó Pérez.
De esa manera, la mujer justificó su accionar de agosto, cuando recuperó las vacas por su cuenta. El hombre la acusó por robo. A principios de octubre, Herrera ordenó el allanamiento de la finca de Pérez, secuestró los animales y decidió que sean alojados en la sección Caballería y Perros, hasta que se resuelva quién era el verdadero propietario.
Finalmente, el 12 de diciembre, luego de analizar los papeles que acreditaban la propiedad, el fiscal resolvió que los animales sean restituidos a Pérez. "Nunca hicimos algo de lo que tengamos que escondernos, y la Patrulla Anticuatrerismo nos trató de ladrones. Ellos siempre supieron que los animales eran nuestros", manifestó.
La mujer adelantó que presentaran acciones para recuperar el dinero invertido en el trámite judicial. "Todos los días que estuvieron secuestrados los animales llevé fardos de alfa y remedios para las infecciones", dijo.
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