Desde el anden

PASO A NIVEL.- "En la intendencia de don Jorge Curi (padre), en el período 1958-1962, se intentó abrir un paso a nivel sobre la calle Silvano Bores. El Ferrocarril General Belgrano, que por entonces administraba la linea de El Provincial, no se lo permitió. Pero el lord mayor monterizo lo abrió de oficio según consigna el cartel de la foto de la derecha (La Municipalidad de Monteros en uso de atribuciones ilegales habilita este paso a nivel). El hecho sucedió allá por 1959 cuando aún circulaban los trenes y el ferrocarril nunca lo cerró". La anécdota fue contada por el memorioso Tulio Santiago Ottonello.

PATRIMONIO.- En 1925, además de la estación ferroviaria, Monteros contaba con 5.000 habitantes, calles pavimentadas, bancos, correo, telégrafo, una escuela normal y una biblioteca con 4.500 volúmenes. En la actualidad el crecimiento es mucho mayor, pero la estación ya no despacha ni recibe tren alguno. Aún más sus rieles van perdiéndose y sólo queda la construcción principal. (segunda foto derecha)

INTELECTUALES.- La también llamada "Fortaleza del Folclore" es cuna de escritores. Maximiliano Márquez Alurralde, Manuel Aldonate y Julio Ardiles Gray aparecen entre los intelectuales más destacados. En 1940, con el nacimiento de la Biblioteca Mitre, anexo al Club Social Monteros, se concentró el pensamiento intelectual. El diario "Tucumanía", creado por J. Dionisio Campos y Silvio Manservigi, se fundó en 1945.

CONRADICCION.- "Recuperar los sitios históricos fortalece nuestra identidad" expresa una placa de mármol colocada sobre una de las paredes del andén cubierto ´por una galería. El recordatorio se instaló en 2003, durante la intendencia del profesor Carlos Arquez. El concepto contradice a la realidad porque si bien la construcción se mantiene, carece de piso y está sin uso. El último inquilino que usufructuó esas instalaciones fu el Cuerpo de Bomberos de la ciudad monteriza (tercera y cuarta y cuarta foto derecha)

HEGEMONIA CULTURAL.- El cierre de los ingenios azucareros en la segunda mitad de la década del 60 y la privatización del ferrocarril, en la década del 90, afectaron al interior tucumano. Pero Monteros logró conservar la hegemonía cultural, porque de estas tierras surgieron poetas, grabadores, escultores y músicos.