10 Enero 2013
SAN PABLO.- La Fiscalía brasileña abrirá una investigación contra el ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, por su presunta participación en el esquema corrupto de compra de votos en el Parlamento durante su primer mandato, por el que ya fueron procesados y condenados varios colaboradores cercanos de su Gobierno, publicó ayer O Estado de San Paulo, aunque sin citar sus fuentes.
El diario informó que el fiscal general, Roberto Gurgel, decidió actuar por las acusaciones formuladas contra Lula por el empresario Marcos Valerio, condenado a 40 años de cárcel, quien aseguró que el Presidente no sólo sabía del pago de sobornos sino que también recibió dinero ilegal.
El escándalo de pagos mensuales por votar las propuestas del Gobierno estalló en el 2005 y casi hundió a Lula. El juicio se desarrolló el año pasado y fue el mayor caso de corrupción política de la historia de Brasil. Tres líderes del oficialista Partido de los Trabajadores, incluyendo su ex jefe de gabinete, José Dirceu, fueron sentenciados en noviembre a más de 10 años de prisión. El caso fue llevado por la Corte Suprema y su actuación permitió mejorar la imagen de la Justicia en una nación acostumbrada a la corrupción.
Lula no fue acusado en ese proceso oral. El ex mandatario ha negado repetidamente que supiera del esquema de compra de votos y sugirió que nunca existió. Aunque continúa siendo el político más popular del país, el procesamiento de sus ex asesores opaca su legado. Sin embargo, no alcanza a la actual presidenta, Dilma Rousseff, cuyo prestigio de mantiene al margen de esta causa. (Reuters)
El diario informó que el fiscal general, Roberto Gurgel, decidió actuar por las acusaciones formuladas contra Lula por el empresario Marcos Valerio, condenado a 40 años de cárcel, quien aseguró que el Presidente no sólo sabía del pago de sobornos sino que también recibió dinero ilegal.
El escándalo de pagos mensuales por votar las propuestas del Gobierno estalló en el 2005 y casi hundió a Lula. El juicio se desarrolló el año pasado y fue el mayor caso de corrupción política de la historia de Brasil. Tres líderes del oficialista Partido de los Trabajadores, incluyendo su ex jefe de gabinete, José Dirceu, fueron sentenciados en noviembre a más de 10 años de prisión. El caso fue llevado por la Corte Suprema y su actuación permitió mejorar la imagen de la Justicia en una nación acostumbrada a la corrupción.
Lula no fue acusado en ese proceso oral. El ex mandatario ha negado repetidamente que supiera del esquema de compra de votos y sugirió que nunca existió. Aunque continúa siendo el político más popular del país, el procesamiento de sus ex asesores opaca su legado. Sin embargo, no alcanza a la actual presidenta, Dilma Rousseff, cuyo prestigio de mantiene al margen de esta causa. (Reuters)