09 Enero 2013
AVANZADO. La apertura de la calle, desde San Martín hasta avenida Mate de Luna, comenzó hace 10 días. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La apertura de la calle Lucas Córdoba, en el tramo que cruza el parque Avellaneda desde San Martín hasta avenida Mate de Luna, ha despertado dudas, enojos y muchas preguntas. Los tucumanos que diariamente circulan por esa avenida se han llevado una sorpresa al ver talados varios árboles de gran tamaño que daban sombra a esa porción del parque, entre la Maternidad y la calle Asunción.
Las obras comenzaron después de Navidad y en un acto oficial el intendente, Domingo Amaya, señaló que la apertura de esta cuadra mejoraría la conexión hacia los predios del ex Mercado de Abasto, "sector que se está revalorizando con diversos emprendimientos".
Durante varios días algunos tucumanos reaccionaron por la redes sociales y rápido surgió el rumor de que la apertura se hacía por pedido del hotel que se inauguró en la zona del Abasto. Otros pusieron en duda la necesidad de abrir una calle que está a menos de 80 metros de otra: la Asunción.
Justificación
Según Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana, la continuación de esa calle es clave porque servirá para que la conexión norte-sur sea más fluida. Aclaró, además, que estaba prevista desde 2005 cuando se aprobó la ordenanza 3.692. "Significará un desahogo impresionante", agregó.
Sobre la tala de árboles en esa porción de parque, el funcionario señaló que se asesoraron con los miembros de la Sociedad Amigos del Árbol acerca de qué ejemplares quitar. Desde el municipio se comprometieron a plantar 20 especies de tipas y tarcos para reemplazar los que se derribaron.
Cuando finalicen las obras se generará una vía de comunicación directa desde el inicio de Lucas Córdoba en su cruce con Diagonal Alejandro Heredia (Villa Urquiza) hasta el final de Próspero Mena, en su intersección con la Diagonal Salvador Allende (Barrio Diagonal Sur). "Será una de las calles más largas sin interrupciones y, además, unirá 12 barrios", agregó Lobo Chaklián.
Hoy, los automovilistas que quieren cruzar de norte a sur por Lucas Córdoba deben hacer un codo en San Martín para tomar por Asunción; luego, cruzar la avenida Mate de Luna, seguir por el pasaje Cervantes una cuadra hasta toparse con Crisóstomo Álvarez y retomar Próspero Mena (continuación de Lucas Córdoba). Un desvío que incrementa 150 metros en el trayecto original.
La otra idea
El proyecto de ordenanza 3692 que se aprobó en 2005 fue presentado por el ex concejal Raúl Pellegrini y, según dijo, lo hizo con la intención de revalorizar el espacio verde ubicado entre la calle Asunción y el edificio de la Maternidad. "Si además se mejora la circulación, está bien, pero la ordenanza tenía otra intención", agregó.
De esta manera la apertura de la calle Lucas Córdoba serviría de calle "medianera" para definir el límite de esa parcela del parque Avellaneda. "La iniciativa tenía un objetivo más global: reactivar la zona del Museo de la UNT, de la plaza que está frente al cementerio del Oeste y del parque Avellaneda", explicó Pellegrini.
La razón original, sintetizó Pellegrini, no fue plantear la conectividad (como lo hace la gestión actual), sino reactivar ese sector del parque. Entre otros proyectos que circularon en esos años estaba la expropiación del predio de la ex papelera (avenida Mate de Luna 1.900) y el aprovechamiento de la plaza Gramajo (frente al cementerio del Oeste) para realizar actividades culturales del Munt.
Las obras comenzaron después de Navidad y en un acto oficial el intendente, Domingo Amaya, señaló que la apertura de esta cuadra mejoraría la conexión hacia los predios del ex Mercado de Abasto, "sector que se está revalorizando con diversos emprendimientos".
Durante varios días algunos tucumanos reaccionaron por la redes sociales y rápido surgió el rumor de que la apertura se hacía por pedido del hotel que se inauguró en la zona del Abasto. Otros pusieron en duda la necesidad de abrir una calle que está a menos de 80 metros de otra: la Asunción.
Justificación
Según Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana, la continuación de esa calle es clave porque servirá para que la conexión norte-sur sea más fluida. Aclaró, además, que estaba prevista desde 2005 cuando se aprobó la ordenanza 3.692. "Significará un desahogo impresionante", agregó.
Sobre la tala de árboles en esa porción de parque, el funcionario señaló que se asesoraron con los miembros de la Sociedad Amigos del Árbol acerca de qué ejemplares quitar. Desde el municipio se comprometieron a plantar 20 especies de tipas y tarcos para reemplazar los que se derribaron.
Cuando finalicen las obras se generará una vía de comunicación directa desde el inicio de Lucas Córdoba en su cruce con Diagonal Alejandro Heredia (Villa Urquiza) hasta el final de Próspero Mena, en su intersección con la Diagonal Salvador Allende (Barrio Diagonal Sur). "Será una de las calles más largas sin interrupciones y, además, unirá 12 barrios", agregó Lobo Chaklián.
Hoy, los automovilistas que quieren cruzar de norte a sur por Lucas Córdoba deben hacer un codo en San Martín para tomar por Asunción; luego, cruzar la avenida Mate de Luna, seguir por el pasaje Cervantes una cuadra hasta toparse con Crisóstomo Álvarez y retomar Próspero Mena (continuación de Lucas Córdoba). Un desvío que incrementa 150 metros en el trayecto original.
La otra idea
El proyecto de ordenanza 3692 que se aprobó en 2005 fue presentado por el ex concejal Raúl Pellegrini y, según dijo, lo hizo con la intención de revalorizar el espacio verde ubicado entre la calle Asunción y el edificio de la Maternidad. "Si además se mejora la circulación, está bien, pero la ordenanza tenía otra intención", agregó.
De esta manera la apertura de la calle Lucas Córdoba serviría de calle "medianera" para definir el límite de esa parcela del parque Avellaneda. "La iniciativa tenía un objetivo más global: reactivar la zona del Museo de la UNT, de la plaza que está frente al cementerio del Oeste y del parque Avellaneda", explicó Pellegrini.
La razón original, sintetizó Pellegrini, no fue plantear la conectividad (como lo hace la gestión actual), sino reactivar ese sector del parque. Entre otros proyectos que circularon en esos años estaba la expropiación del predio de la ex papelera (avenida Mate de Luna 1.900) y el aprovechamiento de la plaza Gramajo (frente al cementerio del Oeste) para realizar actividades culturales del Munt.
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