08 Enero 2013
OFICIALISTA. "Gallito" Gutiérrez ocupa una banca en la primera fila del recinto. El vicepresidente del bloque Tucumán Crece es una voz alperovichista. LA GACETA / FOTO DE INéS QUINTEROS ORIO (ARCHIVO)
José "Gallito" Gutiérrez lleva 30 años de carrera como dirigente político. Hoy, el experimentado legislador alperovichista -cursa su tercer mandato en la Cámara, el segundo consecutivo- es uno de los referentes de la zona este de la provincia. Y, según dice, gran parte de su éxito electoral es producto del uso que hace de los gastos sociales que percibe como parlamentario provincial.
Desde este mes, "Gallito" y sus 48 colegas gozan de un incremento del 36% de esos recursos. Las dietas -concepto equivalente al sueldo- no tendrán subas sino hasta después de las paritarias. Más allá de esto, las críticas llovieron por la polémica medida, y Gutiérrez decidió salir a ponerle el pecho a las balas, como vicepresidente del bloque oficialista Tucumán Crece, y se explayó sobre el asunto en una charla con LA GACETA.
- ¿Para qué sirven los gastos sociales?
- Depende de los legisladores que lleguen en cada momento. Porque he visto por los medios críticas sobre los gastos sociales. Estos son recursos que tenemos para hacer nombramientos a toda la dirigencia que nos acompaña, y nos traen las necesidades de la gente. Y con los gastos sociales vamos cubriendo las necesidades de nuestra zona. En mi caso estuve en la lista oficial, y me tocó trabajar en el departamento Burruyacu, por el Este.
- ¿Cómo los aplica usted?
- Con los gastos sociales tengo contenidos dirigentes de 10 comunas y un municipio. Tengo dirigentes en todos lados, y eso me ha llevado a excederme de los 10 cargos que dan cuando uno asume. Me he excedido creo que en 20 cargos, que eso me descuentan de los gastos sociales. Si hacemos la suma: $ 4.000 de sueldo, a 20 empleados, son $ 80.000, pero a mí no me alcanzaban los gastos sociales para cubrirlos. Entonces me descontaron el 50% de esos nombramiento. Los gastos sociales son $ 50.000 y me descontaban $ 40.000 de nombramientos. Me quedaban únicamente $ 10.000 para generar política social en mi departamento.
- ¿Y la dieta?
- El sueldo o dieta que recibimos en mano no son $ 13.000, como decían por ahí. En mano estamos recibiendo, con todos los descuentos, unos $ 11.500. Yo no lo veo justo para un dirigente. Para permanecer en política y para perdurar en política uno tiene que dar soluciones a la gente. Yo estoy en política desde 1983, y asumí como legislador en 1999, con un sublema en el Este que abarcaba seis departamentos. Como en 2003 no había reelección, armé otro sublema y la presenté a mi madre (Angélica Manzanedo de Gutiérrez, hoy a cargo de administrar Garmendia) y volví a la comuna. El trabajo político que hice y que generé desde la Legislatura con los gastos sociales me ha permitido llevarla a mi madre como legisladora, por el trabajo político. Después, en 2007 volví de legislador, ya en la lista oficial, encargándome de Burruyacu. y seguí haciendo nombramientos. Porque cuando vence el mandato de legislador, vencen los nombramientos políticos con los gastos sociales. Esto nos lleva a que con este 36%, a mí me devuelvan parte de lo que me están descontando por los gastos por nombramientos. Me permite moverme un poco mejor en política y trabajar con miras a 2015.
- ¿Qué piensa de las críticas?
- Hay algunos dirigentes que cuando llegan a legislador no hacen esa clase de trabajo. Pasan los cuatro años y no son reelectos porque no hicieron este trabajo social; los gastos sociales lo llevaron a la casa o se enriquecieron políticamente. Pero eso en política tiene patas cortas. Escuché a ex legisladores hablando desde afuera, criticando este aumento. Si ellos son ex legisladores es porque no invirtieron esos gastos sociales para perdurar en política. La política es como una maquinaria; siempre hay que aceitarla para que pueda funcionar. Y aceitarla cuesta dinero. Mantener un caudal político cuesta dinero. Si uno se pone a ver que cada año hay más chicos votando que cumplen 18 años, que se agranda el padrón, uno tiene que trabajar hasta con la juventud. En Burruyacu tenemos con los dirigentes dos ligas departamentales, una en La Ramada, con 28 clubes, y otra en Las Salinas, El Timbó, con 21 clubes de fútbol. Uno colabora para que puedan funcionar esas ligas departamentales, porque no están en condiciones de participar en la Liga Tucumana de Fútbol. Siempre cuando uno llega a la cancha lleva pelotas, camisetas, o ayuda a la liga departamental a subsistir. Ese es el trabajo político y social que llevamos adelante. No sólo ayudar a una familia porque necesite medicamentos, o porque es un desocupado que no tiene para mandar los chicos a la escuela. Y cuando vienen los pedidos uno tiene que cumplir. Pero veo a ex legisladores, y se me espeluza el cuerpo cuando critican esos gastos sociales. Yo tengo 30 años en política, don Alberto Herrera, el legislador del siglo, es otro ejemplo. Hay muchos que hacen esta clase de trabajos. El mismo Gerónimo (Vargas Aignasse) anda con gastos sociales comprando alarmas para colaborar con la seguridad en Tucumán. Yo me encargo de Burruyacu, y tengo que estar generando políticas. Y lo hago gracias a los gastos sociales. Con $ 11.500 no me alcanza; no me alcanza ni para vivir. Alcanza para el hogar, dejar en la casa, pagar los impuestos y subsistir. Y nosotros tenemos que seguir generando políticas. Acá muchos quieren ser legisladores, pero a ver... cualquiera puede llegar, porque fue la fotito del boom del momento, o la carita linda, como ha sucedido, y después no pudieron volver nunca más a hacer política, porque lo que agarraron llevaron a su casa.
- ¿Cómo se rinden esos gastos?
- Los que tenemos nombramientos de más, de lo poco que nos queda de gastos sociales, eso lo usamos para las salidas territoriales nuestras. Y no puedo yo andar con un recibo en el bolsillo, si una persona necesita $ 200 para las zapatillas de los chicos (no puedo) hacerle firmar un recibo. Lo completamos con la documentación correspondiente todos los meses, esa es la forma de la rendición ante la Secretaría (de la Cámara).
- Se comenta que quienes tienen más responsabilidades reciben más recursos, ¿es así?
- Nunca pregunté de un legislador si gana más o menos que yo. Eso a mí no me interesa, sino que me den lo que me corresponde para seguir generando políticas. Quizás el presidente de la Cámara (Regino Amado) gane un poco más que un legislador, pero después tengo entendido que la mayoría de los legisladores recibimos el mismo monto. Hasta soy vicepresidente de bloque y recibo igual que otro legislador.
- ¿La cifra cuál es, en su caso?
- Son $ 50.000, es lo que expliqué en un primer momento. Estaba percibiendo $ 10.000 por los nombramientos. Con el incremento se me aumentan $ 20.000. Ahora tengo $ 30.000 para poder maniobrar al mes políticamente; quizás haya alguna familia que tenga inconvenientes de urgencia y tenga que salir al respaldo. Por dieta, antes, los legisladores ganaban lo mismo que un juez de la Corte Suprema, que están arriba de $ 30.000, y nosotros ganamos $ 11.500 en mano. Y eso es injusto, porque con la dieta no cobramos título ni escalafón, porque es dieta. Si cobráramos esos ítems tendríamos un poco más de dieta, que es lo blanco que se cobra. También lo veo un poco injusto porque nosotros debemos convalidar nuestro mandato cada cuatro años. Los jueces que nombramos son vitalicios y ganan arriba de los $ 30.000. Ya se habló una vez que íbamos a ganar lo mismo que un ministro; no sé cuánto será hoy el sueldo de un ministro, ni quiero preguntar tampoco, pero en algún tiempo recibíamos en mano $ 3.500 y pedíamos ganar lo mismo que un ministro, que entonces estaba en $ 9.000.
- ¿Cree que se deberían unificar los haberes de los legisladores?
- Para mí la dieta tiene que ir por aparte, como está hoy; mal pagada, pero está. Y los gastos sociales tienen que ser como están, para gastos sociales, porque es la única manera de generar política. Si la gente nos vota para legislador es para legislar. Bueno, pero nosotros además tenemos que hacer una contención social y hacer política. Muchos ex legisladores se dedicaron a legislar, nada más, y se llevaron los gastos sociales a su casa, y por eso no fueron reelectos y se perdieron en el tiempo y desaparecieron en política. Pero no quiero nombrar a nadie para no causar heridas.
Seis claves de la polémica
1- En noviembre, la Cámara sancionó la ley de Presupuesto 2013, en la que se prevén gastos por $ 17.000 millones para toda la Provincia.
2- La Legislatura no dio a conocer el detalle de sus futuros gastos, pero se supo que el monto global asciende a unos $ 520 millones.
3- En enero, hubo una suba del 36% en los gastos sociales de los legisladores. Las dietas, según se informó, se mantienen igual.
4- No hay un registro público de los gastos sociales. Sin embargo, se supo que los montos varían de $ 50.000 a más de $ 120.000.
5- Con estos fondos, los legisladores pueden optar por contratar personal extra ($ 4.000 por asesor) o por brindar ayudas económicas.
6- En una nota que publicó LA GACETA el domingo, ex legisladores criticaron la suba. Uno de ellos dijo que era una suba indirecta a la dieta.
Desde este mes, "Gallito" y sus 48 colegas gozan de un incremento del 36% de esos recursos. Las dietas -concepto equivalente al sueldo- no tendrán subas sino hasta después de las paritarias. Más allá de esto, las críticas llovieron por la polémica medida, y Gutiérrez decidió salir a ponerle el pecho a las balas, como vicepresidente del bloque oficialista Tucumán Crece, y se explayó sobre el asunto en una charla con LA GACETA.
- ¿Para qué sirven los gastos sociales?
- Depende de los legisladores que lleguen en cada momento. Porque he visto por los medios críticas sobre los gastos sociales. Estos son recursos que tenemos para hacer nombramientos a toda la dirigencia que nos acompaña, y nos traen las necesidades de la gente. Y con los gastos sociales vamos cubriendo las necesidades de nuestra zona. En mi caso estuve en la lista oficial, y me tocó trabajar en el departamento Burruyacu, por el Este.
- ¿Cómo los aplica usted?
- Con los gastos sociales tengo contenidos dirigentes de 10 comunas y un municipio. Tengo dirigentes en todos lados, y eso me ha llevado a excederme de los 10 cargos que dan cuando uno asume. Me he excedido creo que en 20 cargos, que eso me descuentan de los gastos sociales. Si hacemos la suma: $ 4.000 de sueldo, a 20 empleados, son $ 80.000, pero a mí no me alcanzaban los gastos sociales para cubrirlos. Entonces me descontaron el 50% de esos nombramiento. Los gastos sociales son $ 50.000 y me descontaban $ 40.000 de nombramientos. Me quedaban únicamente $ 10.000 para generar política social en mi departamento.
- ¿Y la dieta?
- El sueldo o dieta que recibimos en mano no son $ 13.000, como decían por ahí. En mano estamos recibiendo, con todos los descuentos, unos $ 11.500. Yo no lo veo justo para un dirigente. Para permanecer en política y para perdurar en política uno tiene que dar soluciones a la gente. Yo estoy en política desde 1983, y asumí como legislador en 1999, con un sublema en el Este que abarcaba seis departamentos. Como en 2003 no había reelección, armé otro sublema y la presenté a mi madre (Angélica Manzanedo de Gutiérrez, hoy a cargo de administrar Garmendia) y volví a la comuna. El trabajo político que hice y que generé desde la Legislatura con los gastos sociales me ha permitido llevarla a mi madre como legisladora, por el trabajo político. Después, en 2007 volví de legislador, ya en la lista oficial, encargándome de Burruyacu. y seguí haciendo nombramientos. Porque cuando vence el mandato de legislador, vencen los nombramientos políticos con los gastos sociales. Esto nos lleva a que con este 36%, a mí me devuelvan parte de lo que me están descontando por los gastos por nombramientos. Me permite moverme un poco mejor en política y trabajar con miras a 2015.
- ¿Qué piensa de las críticas?
- Hay algunos dirigentes que cuando llegan a legislador no hacen esa clase de trabajo. Pasan los cuatro años y no son reelectos porque no hicieron este trabajo social; los gastos sociales lo llevaron a la casa o se enriquecieron políticamente. Pero eso en política tiene patas cortas. Escuché a ex legisladores hablando desde afuera, criticando este aumento. Si ellos son ex legisladores es porque no invirtieron esos gastos sociales para perdurar en política. La política es como una maquinaria; siempre hay que aceitarla para que pueda funcionar. Y aceitarla cuesta dinero. Mantener un caudal político cuesta dinero. Si uno se pone a ver que cada año hay más chicos votando que cumplen 18 años, que se agranda el padrón, uno tiene que trabajar hasta con la juventud. En Burruyacu tenemos con los dirigentes dos ligas departamentales, una en La Ramada, con 28 clubes, y otra en Las Salinas, El Timbó, con 21 clubes de fútbol. Uno colabora para que puedan funcionar esas ligas departamentales, porque no están en condiciones de participar en la Liga Tucumana de Fútbol. Siempre cuando uno llega a la cancha lleva pelotas, camisetas, o ayuda a la liga departamental a subsistir. Ese es el trabajo político y social que llevamos adelante. No sólo ayudar a una familia porque necesite medicamentos, o porque es un desocupado que no tiene para mandar los chicos a la escuela. Y cuando vienen los pedidos uno tiene que cumplir. Pero veo a ex legisladores, y se me espeluza el cuerpo cuando critican esos gastos sociales. Yo tengo 30 años en política, don Alberto Herrera, el legislador del siglo, es otro ejemplo. Hay muchos que hacen esta clase de trabajos. El mismo Gerónimo (Vargas Aignasse) anda con gastos sociales comprando alarmas para colaborar con la seguridad en Tucumán. Yo me encargo de Burruyacu, y tengo que estar generando políticas. Y lo hago gracias a los gastos sociales. Con $ 11.500 no me alcanza; no me alcanza ni para vivir. Alcanza para el hogar, dejar en la casa, pagar los impuestos y subsistir. Y nosotros tenemos que seguir generando políticas. Acá muchos quieren ser legisladores, pero a ver... cualquiera puede llegar, porque fue la fotito del boom del momento, o la carita linda, como ha sucedido, y después no pudieron volver nunca más a hacer política, porque lo que agarraron llevaron a su casa.
- ¿Cómo se rinden esos gastos?
- Los que tenemos nombramientos de más, de lo poco que nos queda de gastos sociales, eso lo usamos para las salidas territoriales nuestras. Y no puedo yo andar con un recibo en el bolsillo, si una persona necesita $ 200 para las zapatillas de los chicos (no puedo) hacerle firmar un recibo. Lo completamos con la documentación correspondiente todos los meses, esa es la forma de la rendición ante la Secretaría (de la Cámara).
- Se comenta que quienes tienen más responsabilidades reciben más recursos, ¿es así?
- Nunca pregunté de un legislador si gana más o menos que yo. Eso a mí no me interesa, sino que me den lo que me corresponde para seguir generando políticas. Quizás el presidente de la Cámara (Regino Amado) gane un poco más que un legislador, pero después tengo entendido que la mayoría de los legisladores recibimos el mismo monto. Hasta soy vicepresidente de bloque y recibo igual que otro legislador.
- ¿La cifra cuál es, en su caso?
- Son $ 50.000, es lo que expliqué en un primer momento. Estaba percibiendo $ 10.000 por los nombramientos. Con el incremento se me aumentan $ 20.000. Ahora tengo $ 30.000 para poder maniobrar al mes políticamente; quizás haya alguna familia que tenga inconvenientes de urgencia y tenga que salir al respaldo. Por dieta, antes, los legisladores ganaban lo mismo que un juez de la Corte Suprema, que están arriba de $ 30.000, y nosotros ganamos $ 11.500 en mano. Y eso es injusto, porque con la dieta no cobramos título ni escalafón, porque es dieta. Si cobráramos esos ítems tendríamos un poco más de dieta, que es lo blanco que se cobra. También lo veo un poco injusto porque nosotros debemos convalidar nuestro mandato cada cuatro años. Los jueces que nombramos son vitalicios y ganan arriba de los $ 30.000. Ya se habló una vez que íbamos a ganar lo mismo que un ministro; no sé cuánto será hoy el sueldo de un ministro, ni quiero preguntar tampoco, pero en algún tiempo recibíamos en mano $ 3.500 y pedíamos ganar lo mismo que un ministro, que entonces estaba en $ 9.000.
- ¿Cree que se deberían unificar los haberes de los legisladores?
- Para mí la dieta tiene que ir por aparte, como está hoy; mal pagada, pero está. Y los gastos sociales tienen que ser como están, para gastos sociales, porque es la única manera de generar política. Si la gente nos vota para legislador es para legislar. Bueno, pero nosotros además tenemos que hacer una contención social y hacer política. Muchos ex legisladores se dedicaron a legislar, nada más, y se llevaron los gastos sociales a su casa, y por eso no fueron reelectos y se perdieron en el tiempo y desaparecieron en política. Pero no quiero nombrar a nadie para no causar heridas.
Seis claves de la polémica
1- En noviembre, la Cámara sancionó la ley de Presupuesto 2013, en la que se prevén gastos por $ 17.000 millones para toda la Provincia.
2- La Legislatura no dio a conocer el detalle de sus futuros gastos, pero se supo que el monto global asciende a unos $ 520 millones.
3- En enero, hubo una suba del 36% en los gastos sociales de los legisladores. Las dietas, según se informó, se mantienen igual.
4- No hay un registro público de los gastos sociales. Sin embargo, se supo que los montos varían de $ 50.000 a más de $ 120.000.
5- Con estos fondos, los legisladores pueden optar por contratar personal extra ($ 4.000 por asesor) o por brindar ayudas económicas.
6- En una nota que publicó LA GACETA el domingo, ex legisladores criticaron la suba. Uno de ellos dijo que era una suba indirecta a la dieta.
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