03 Enero 2013
El Gobierno busca salvar el acuerdo con La Plata
El legislador Gassenbauer sugirió que si el rector de la UTN traba la ley que beneficia a la filial platense los tucumanos saldrán perjudicados. "El alperovichismo aún puede corregir esta falta de respeto a las universidades con asiento en la provincia", dijo el radical Ariel García.
EN SU PROPIA CASA. Referentes de la UTN regional Tucumán no entienden por qué la Legislatura pidió asesoramiento a una casa de altos estudios externa. LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE (ARCHIVO)
Aunque sin mencionarlas, el alperovichismo solicitó a las autoridades en el ámbito del país de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que no traben la ley que sella un convenio entre la provincia y la filial de La Plata de esa casa de altos estudios. La norma en cuestión -sancionada por la Legislatura el viernes 21 de diciembre- asfalta el camino para que ingenieros platenses elaboren un proyecto técnico y diseñen un acueducto y una planta de tratamiento de residuos cloacales en nuestra provincia, por un monto total de unos $ 8,5 millones, que serán aportados mediante el programa Norte Grande.
Ni bien cobró difusión, la ley recibió el repudio de los claustros académicos locales y del Colegio de Ingenieros Civiles de la provincia. Entre sorprendidos y molestos, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Sergio Pagani, y su par de la filial tucumana de la UTN, Fabián Soria, habían indicado que los profesionales de sendas unidades académicas se encontraban capacitados para realizar la tarea. Soria dejó en claro que no protestaba en forma personal, sino que por unanimidad el Consejo Directivo de esa unidad académica había manifestado, mediante una resolución, su profundo desacuerdo y malestar.
En ocasión del debate parlamentario, el alperovichista Sisto Terán Nougués había admitido que el rector de la UNT, Juan Alberto Cerisola, lo había llamado antes de la sesión para preguntarle por qué se contrataba expertos foráneos y no ingenieros tucumanos. El ex vicegobernador mirandista contó que le había respondido que la regional de la localidad bonaerense de la UTN estaba en mejor posición para concretar el plan.
Ayer, el legislador alperovichista Guillermo Gassenbauer dio una explicación distinta. Dijo que se optó por los expertos platenses porque ya se venía trabajando con estos en otros proyectos, lo que permitió que se cumpla con mayor rapidez con los requisitos necesarios para recibir los $ 8,5 millones. "Este caso precisaba celeridad y se contrató a la UTN de La Plata, con quienes ya se venía trabajando. Más adelante sería bueno trabajar con las (universidades) de Tucumán; que nos podamos reunir con gente de la filial local de la UTN y de la UNT, y ver qué se puede hacer a futuro. Pero esto había que darle para adelante porque, si no, se corría el riesgo de perder las obras, y eso sería perjudicial para la provincia", señaló Gassenbauer.
Planteo al rector
Los consejeros directivos de la UTN de Tucumán votaron elevar un reclamo formal al gobernador, José Alperovich, al presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, pero también a la conducción nacional de la UTN. Esto último responde al hecho de que, según había contado Soria, las autoridades locales de esa universidad suelen respetar las zonas de influencia y de actuación de las distintas regionales de la UTN, lo que, a su criterio, no hizo la gente que rige la filial de La Plata. En su cruzada, Soria se entrevistó telefónicamente con el rector de la UTN, Héctor Carlos Brotto, quien le señaló que el decano de La Plata, Carlos Eduardo Fantini -también vicerrector de esa universidad- no le había comunicado oficialmente del convenio. Además, Brotto admitió que, debido a los cuestionamientos de la filial tucumana, resultaba muy difícil que él avale el acuerdo. Según los reglamentos de la UTN, para que un convenio firmado por un decano de cualquier regional resulte válido debe ser refrendado por el rector. Además, contó que llegó un pedido para que el Consejo Superior trate el tema, lo que no será posible sino hasta marzo, cuando abren las sesiones.
LA GACETA le consultó a Gassenbauer sobre la posibilidad de que las autoridades de la UTN traben la puesta en vigencia de la ley. "Eso es ajeno a nosotros. A los legisladores nos compete sacar la ley para que estas obras se realicen; lo otro ya queda en manos de ellos. Eso sí, sería bueno de que tratemos de no perjudicar a la gran mayoría de los tucumanos. Queremos que las obras se inicien lo más rápido posible, para no perder este dinero; porque estos son fondos que benefician al primero que cumple con los requisitos", afirmó.
"Es discriminatorio"
El parlamentario Ariel García (UCR) consideró que la Legislatura desacreditó a profesionales tucumanos, al aprobar este convenio con expertos platenses. García es uno de los tres legisladores que votaron en contra de la iniciativa -los otros son Silvia Elías de Pérez (UCR) y Ricardo Bussi (FR)-, que recibió el apoyo del bloque oficialista Tucumán Crece y de los opositores Federico Romano Norri, Roberto Sánchez (UCR), José Páez (Democracia Cristiana) y Alberto Colombres Garmendia (PRO).
"No se trata de una descalificación gratuita, sino de una de $ 8,5 millones. Las autoridades de la UTN local y de la UNT dijeron que están en condiciones de hacer el trabajo. Es discriminatorio que el Gobierno haya dejado de lado el conocimiento y la capacidad de los tucumanos, para elegir profesionales platenses", fustigó García.
El radical ironizó respecto de los motivos por los que se prefirió a los profesionales platenses. "No me quiero imaginar que detrás de este ninguneo académico haya alguna oscura razón. Hay que advertir que también se facultó al gobernador Alperovich para que, si es preciso, asigne discrecionalmente más dinero a la UTN de La Plata", alertó el parlamentario.
Finalmente, García instó al oficialismo a que anule la elección de los platenses y conceda el proyecto a los ingenieros tucumanos: "el gobierno está a tiempo de corregir esta falta de respeto por las universidades de la provincia; el dinero de los tucumanos debería ser distribuido entre los tucumanos".
Ni bien cobró difusión, la ley recibió el repudio de los claustros académicos locales y del Colegio de Ingenieros Civiles de la provincia. Entre sorprendidos y molestos, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Sergio Pagani, y su par de la filial tucumana de la UTN, Fabián Soria, habían indicado que los profesionales de sendas unidades académicas se encontraban capacitados para realizar la tarea. Soria dejó en claro que no protestaba en forma personal, sino que por unanimidad el Consejo Directivo de esa unidad académica había manifestado, mediante una resolución, su profundo desacuerdo y malestar.
En ocasión del debate parlamentario, el alperovichista Sisto Terán Nougués había admitido que el rector de la UNT, Juan Alberto Cerisola, lo había llamado antes de la sesión para preguntarle por qué se contrataba expertos foráneos y no ingenieros tucumanos. El ex vicegobernador mirandista contó que le había respondido que la regional de la localidad bonaerense de la UTN estaba en mejor posición para concretar el plan.
Ayer, el legislador alperovichista Guillermo Gassenbauer dio una explicación distinta. Dijo que se optó por los expertos platenses porque ya se venía trabajando con estos en otros proyectos, lo que permitió que se cumpla con mayor rapidez con los requisitos necesarios para recibir los $ 8,5 millones. "Este caso precisaba celeridad y se contrató a la UTN de La Plata, con quienes ya se venía trabajando. Más adelante sería bueno trabajar con las (universidades) de Tucumán; que nos podamos reunir con gente de la filial local de la UTN y de la UNT, y ver qué se puede hacer a futuro. Pero esto había que darle para adelante porque, si no, se corría el riesgo de perder las obras, y eso sería perjudicial para la provincia", señaló Gassenbauer.
Planteo al rector
Los consejeros directivos de la UTN de Tucumán votaron elevar un reclamo formal al gobernador, José Alperovich, al presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, pero también a la conducción nacional de la UTN. Esto último responde al hecho de que, según había contado Soria, las autoridades locales de esa universidad suelen respetar las zonas de influencia y de actuación de las distintas regionales de la UTN, lo que, a su criterio, no hizo la gente que rige la filial de La Plata. En su cruzada, Soria se entrevistó telefónicamente con el rector de la UTN, Héctor Carlos Brotto, quien le señaló que el decano de La Plata, Carlos Eduardo Fantini -también vicerrector de esa universidad- no le había comunicado oficialmente del convenio. Además, Brotto admitió que, debido a los cuestionamientos de la filial tucumana, resultaba muy difícil que él avale el acuerdo. Según los reglamentos de la UTN, para que un convenio firmado por un decano de cualquier regional resulte válido debe ser refrendado por el rector. Además, contó que llegó un pedido para que el Consejo Superior trate el tema, lo que no será posible sino hasta marzo, cuando abren las sesiones.
LA GACETA le consultó a Gassenbauer sobre la posibilidad de que las autoridades de la UTN traben la puesta en vigencia de la ley. "Eso es ajeno a nosotros. A los legisladores nos compete sacar la ley para que estas obras se realicen; lo otro ya queda en manos de ellos. Eso sí, sería bueno de que tratemos de no perjudicar a la gran mayoría de los tucumanos. Queremos que las obras se inicien lo más rápido posible, para no perder este dinero; porque estos son fondos que benefician al primero que cumple con los requisitos", afirmó.
"Es discriminatorio"
El parlamentario Ariel García (UCR) consideró que la Legislatura desacreditó a profesionales tucumanos, al aprobar este convenio con expertos platenses. García es uno de los tres legisladores que votaron en contra de la iniciativa -los otros son Silvia Elías de Pérez (UCR) y Ricardo Bussi (FR)-, que recibió el apoyo del bloque oficialista Tucumán Crece y de los opositores Federico Romano Norri, Roberto Sánchez (UCR), José Páez (Democracia Cristiana) y Alberto Colombres Garmendia (PRO).
"No se trata de una descalificación gratuita, sino de una de $ 8,5 millones. Las autoridades de la UTN local y de la UNT dijeron que están en condiciones de hacer el trabajo. Es discriminatorio que el Gobierno haya dejado de lado el conocimiento y la capacidad de los tucumanos, para elegir profesionales platenses", fustigó García.
El radical ironizó respecto de los motivos por los que se prefirió a los profesionales platenses. "No me quiero imaginar que detrás de este ninguneo académico haya alguna oscura razón. Hay que advertir que también se facultó al gobernador Alperovich para que, si es preciso, asigne discrecionalmente más dinero a la UTN de La Plata", alertó el parlamentario.
Finalmente, García instó al oficialismo a que anule la elección de los platenses y conceda el proyecto a los ingenieros tucumanos: "el gobierno está a tiempo de corregir esta falta de respeto por las universidades de la provincia; el dinero de los tucumanos debería ser distribuido entre los tucumanos".
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