Mejora la salud de dos víctimas de la tragedia de Monteros

Mejora la salud de dos víctimas de la tragedia de Monteros

Sepultaron ayer al homicida y a su ex suegra.

ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
27 Diciembre 2012
En Monteros aún no pueden recuperarse de la Navidad trágica que vivió la familia Pirlo. Ayer a la mañana, los restos de Corina Pirlo fueron sepultados, mientras su hija y su marido continúan internados en un sanatorio privado, aunque estarían fuera de peligro.

El homicida, Jorge Ariel Robledo, también fue sepultado ayer. El hombre había llegado pasada la medianoche del martes, en Navidad, a la vivienda de la casa de los padres de su ex pareja, Ana Evelina Pirlo. La pareja estaba separada, y tenían denuncias cruzadas por abandono de hogar y agresiones.

Al ver a su ex pareja, Ana Pirlo le pidió que se retirara. Robledo sacó un arma y le disparó en la cara, en presencia de sus ex suegros y de sus hijas. Cuando Juan Carlos Pirlo quiso defender a la mujer herida, también recibió un disparo.

Corina Pirlo trató de huir pidiendo auxilio, pero Robledo la hirió mortalmente por la espalda. Luego subió a su moto, y acorralado por los vecinos, escapó. Se quitó la vida de un disparo en la cabeza a las pocas cuadras, en un sitio baldío.

Limpiar el nombre Nicolás Pedraza, abogado de la familia Robledo, dijo ayer que el ataque no fue premeditado, y afirmó que buscarán limpiar el nombre del homicida. "La señora (Ana) Pirlo se fue de la casa el 2 y dejó a sus dos hijos -de un matrimonio anterior- y a sus otras dos nenas (que tuvo con Robledo). El 23, él inició los trámites de divorcio, por abandono de hogar y adulterio", insistió Pedraza.

El abogado dijo que la relación venía deteriorada desde hacía tiempo, pero que el detonante de la violenta reacción fue la separación, producida en los primeros días de noviembre.

Los allegados a las víctimas afirmaron que la mujer se había ido de la vivienda obligada por Robledo. "La corrió", dijo un familiar, que prefirió no identificarse. También hicieron referencia a un supuesto carácter violento del homicida, que motivó varias denuncias en la Justicia. Ana Pirlo contaba con custodia policial y Robledo no podía acercarse a menos de 200 metros de ella, de acuerdo a una orden judicial. Sin embargo, el 12 de diciembre, según se informó extraoficialmente, se venció el plazo establecido por la Justicia para la consigna policial, aunque la orden de restricción continuaba vigente.

Anoche, fuentes policiales indicaron que Ana Pirlo y su padre, Juan Carlos Pirlo, fueron operados y están fuera de peligro. El fiscal de Instrucción Jorge Carrasco aún no cerró la investigación, ya que quiere corroborar el origen del arma y descartar que otra persona haya colaborado con Robledo, antes de cerrar la investigación.

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