Marcelo Longobardi: "me corre radio por las venas, no la cambio por la TV ni por nada"

Marcelo Longobardi habló el pasado martes de un país manejado por Nerones. Fue su última salida al aire en Radio 10, de la que el empresario Cristóbal López lo despidió la semana pasada por una "diferencia de visiones". Desde esta semana, Gustavo Mura conduce a todo el equipo de Longobardi, aunque el locutor no hizo mención alguna al cambio.

"Empiezo una vida nueva, tengo que seguir viviendo", le dijo Longobardi a La Nación con motivo de su desplazamiento del medio donde encabezó la mañana durante 14 años. Al conductor le sorprendió la repercusión que alcanzó el tema y agradeció a sus compañeros de la radio y al ex dueño de la emisora, Daniel Hadad.

Sobre los motivos reales del despido, expresó que, evidentemente, López nunca le tuvo confianza. "Pero en las últimas semanas algo se desencadenó y estimo que debe ser una combinación de factores. El fracaso de la Ley de Medios, más las cosas que digo. La realidad es que en los últimos días había muchos rumores", reflexionó.

Dijo que Cristóbal López le había negado los rumores. "Le mantuve la radio en orden durante la transición (entre Hadad y él), que fue muy dura. Hubo que mantenerse a flote en los meses en que no la manejó ninguno de los dos. Le hicimos un trabajo impecable, correctísimo, con Oscar González Oro, Baby Etchecopar y Rolando Hanglin", aseveró.

Longobardi dice que el panorama en los medios es horrible. "Con la Ley de Medios fueron por la propiedad y ahora están yendo por el contenido. Son dos planos distintos. Es una situación inédita, muy complicada", aseguró. Elogió a Hadad, ya que recibió presiones de los Kirchner, pero por cuidar a su gente tuvo que vender la radio.

"Soy una persona de radio, me corre radio por las venas, llevo en ella 25 años consecutivos. No la cambio por nada, ni por la TV ni por nada. Estoy cerrando mi 2013", contestó respecto de su continuidad. En principio, el contrato de Longobardi caducaba en 2015, pero cuando en el último abril se produjo la venta de la emisora, él renunció y lo recontrataron hasta 2016 con un aumento en sus honorarios.

"A mí no me importaba, porque yo prefería Radio 10, la quería mucho, tenía un equipo glorioso, era una fiesta -reafirmó-. No cambié por plata el liderazgo de 42% de share. Cuando estos tipos compran la radio y renuncio, y luego me piden que me quede, me dio un sentido profundo de la responsabilidad, sentí que si me iba traicionaba a mis amigos, porque los 180 empleados de la radio son como mis amigos". Por último, deslindó toda responsabilidad en su intempestivo despido.