Opositores y oficialistas criticaron la política de seguridad del PE

El caos y el temor vivido por miles de tucumanos durante la tarde del sábado originó que dirigentes de la oposición y hasta del propio oficialismo salieran a criticar la política de seguridad del gobierno provincial.

En este sentido, el senador radical, José Cano, expresó que el Poder Ejecutivo (PE) debe garantizar la seguridad de los ciudadanos. "El Gobierno tucumano debe asumir su responsabilidad en el rol de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Los más de 8.000 policías que el alperovichismo se jacta de haber designado en los últimos años deben estar en las calles para asegurar una Navidad en paz", expresó Cano.

"Es necesario actuar con rapidez, responsabilidad y eficiencia. No es tiempo de especulaciones políticas, sino de asegurar que los tucumanos no sufran temor ante el juego de los violentos. Al analizar los hechos que conmovieron al país durante las últimas 48 horas, y que incluyeron un sábado de miedo y corridas en Tucumán, quiero instar a los ciudadanos a mantener la calma para evitar que la crisis se profundice", pidió el titular de la UCR local. "El oficialismo debe ser el primero en recuperar el temple y la cordura. Hay una actuación irresponsable de funcionarios de primera línea que se acusan sin dar pruebas y suman tensión a un contexto de injustificable violencia", aseveró el parlamentario al cuestionar, también, la política de seguridad del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. "Hay un contexto de marginalidad y de pobreza que el oficialismo se empecina en negar. Decir que quienes saquean quieren arruinar el gran momento que vive Argentina es tomarle el pelo a los millones de compatriotas que viven en la indigencia. Se subestima a quienes pelean por llegar a fin de mes con una inflación que les consume sus magros ingresos. La realidad de Puerto Madero y de estar en contacto con funcionarios cada vez más ricos nubla el análisis de quienes deberían aportar para llevar paz a los argentinos", fustigó el presidente del bloque de la UCR del Senado de la Nación.

Los cuestionamientos no sólo llegaron desde los dirigentes situados en las antípodas del poder gobernante. El legislador alperovichista, Gerónimo Vargas Aignasse, también cargó las tintas contra la política de Seguridad, hoy en manos del ministro Jorge Gassenbauer. Al se consultado sobre los hechos que conmocionaron el sábado a los tucumanos, el ex diputado nacional expresó: "Pienso que fueron delincuentes oportunistas que se aprovecharon de una ola nacional de violencia para atentar contra el patrimonio de los comerciantes que esperan el mes de diciembre para poder cerrar el año de una mejor manera. Lo único que espero es que éstos delincuentes sean procesados y condenados. Que no entren por una puerta y salgan por la otra. Porque saquear es robar". Vargas Aignasse aseguró desconocer si los hechos delictivos registrados el sábado por la tarde responden al accionar político de sectores de la oposición. "La verdad que desconozco si la oposición tiene o no que ver en todo esto. De lo que sí estoy seguro es que esta situación le hace más daño al comerciante que paga impuesto que al Gobierno", agregó.

En los disturbios del sábado, los vendedores ambulantes tuvieron un rol preponderante a la hora de contener a los transeúntes que corrían despavoridos, presos del miedo. Sobre este punto, el legislador opinó: "el papel que tuvieron los vendedores ambulantes demuestra que las cámaras de seguridad no pueden ser la esencia de una política de seguridad. Deben ser un complemento. Sigo estando convencido que con políticas preventivas le podemos ganar a la inseguridad, anticipándonos al delito".

"Cultura del revanchismo"

Desde la Democracia Cristina, el legislador opositor, José Páez, también se refirió a la psicosis colectiva del sábado por la tarde y los saqueos que tuvieron lugar en el resto del país.

"Los saqueos constituyen una contundente y lamentable demostración que el kirchnerismo y sus variantes provinciales hicieron muy poco para desarrollar el país, y que la cultura del revanchismo, tan cultivada por el oficialismo, sólo conduce al resentimiento, a la fractura social y a la pérdida de valores. A pesar que el país supuestamente creció a tasas chinas en los últimos años, los argentinos asistimos nuevamente a una escalada de violencia social traducida en desmanes, saqueos y destrucción de la propiedad privada", se quejó Páez.