24 Diciembre 2012
Carlos Carrasco y su primo, Federico Migliorini, habían decidido pasar las fiestas junto a un amigo en Valeria del Mar. En avión realizaron el trayecto Tucumán-Buenos Aires. Desde allí, el resto del camino lo harían en colectivo. Pero los planes se vieron frustrados cuando un grupo de delincuentes asaltó el colectivo de la empresa "Plusmar", y uno de los pasajeros sufrió un disparo en el abdomen. Ese herido fue Carrasco.
El tucumano dialogó ayer con LA GACETA desde el hospital "Evita Pueblo", del partido de Berazategui en la provincia de Buenos Aires, donde está internado. El asalto ocurrió el viernes a las 19.30. En la terminal de ómnibus de Retiro subió al colectivo un hombre vestido con el uniforme de "Plusmar" que engañó al conductor y le pidió que lo alcanzara hasta un punto del recorrido.
"Mi primo escuchó al chofer decir en la comisaría que es común que cualquier chofer, aunque no lo conozcan, pida que lo lleven. A nosotros nos piden el documento completo si queremos sacar pasajes", ironizó Carrasco. Sucede que el falso chofer, una vez que la unidad tomó la autopista, sacó un arma y obligó al conductor a desviarse hasta el Cruce de Varela y una fábrica de Alpargatas, en Florencio Varela. Allí subieron al menos otros tres asaltantes.
Uno de los ladrones le exigió al chofer que reanudara la marcha mientras los otros indicaron a los pasajeros que se trataba de un asalto y, asiento por asiento, a los golpes y empujones, comenzaron a despojarlos de su dinero y objetos de valor, con el colectivo andando.
"Tenían la violencia propia de este tipo de hechos, pero no se los veía drogados o sacados. Es confuso lo que pasó, no se si se le escapó el disparo o fue intencional; no le encuentro sentido", manifestó Carrasco sobre el tiro que ingresó por la zona abdominal. Afortunadamente, la bala no tocó órganos vitales y detuvo su marcha cerca de la columna.
El tucumano recordó haber visto en el primer piso, donde iba sentado, a dos ladrones con armas y una picana eléctrica. Los asaltantes se llevaron teléfonos celulares, carteras, cámaras de fotos, filmadoras y dinero en efectivo.
Cuando se fueron, el chofer dirigió al ómnibus hasta la autovía y se comunicaron con la policía a través del servicio de emergencia 911, señaló la agencia Télam. Mientras tanto, Carrasco fue asistido por una pasajera médica. La ambulancia llegó media hora más tarde.
"Tal vez mañana (por hoy) me darán el alta. Nunca tuve miedo. No es por ponerme en un rol de hombre, pero me sorprendió haber mantenido la tranquilidad", contó. Una vez recuperados, los primos volverán a Tucumán.
El tucumano dialogó ayer con LA GACETA desde el hospital "Evita Pueblo", del partido de Berazategui en la provincia de Buenos Aires, donde está internado. El asalto ocurrió el viernes a las 19.30. En la terminal de ómnibus de Retiro subió al colectivo un hombre vestido con el uniforme de "Plusmar" que engañó al conductor y le pidió que lo alcanzara hasta un punto del recorrido.
"Mi primo escuchó al chofer decir en la comisaría que es común que cualquier chofer, aunque no lo conozcan, pida que lo lleven. A nosotros nos piden el documento completo si queremos sacar pasajes", ironizó Carrasco. Sucede que el falso chofer, una vez que la unidad tomó la autopista, sacó un arma y obligó al conductor a desviarse hasta el Cruce de Varela y una fábrica de Alpargatas, en Florencio Varela. Allí subieron al menos otros tres asaltantes.
Uno de los ladrones le exigió al chofer que reanudara la marcha mientras los otros indicaron a los pasajeros que se trataba de un asalto y, asiento por asiento, a los golpes y empujones, comenzaron a despojarlos de su dinero y objetos de valor, con el colectivo andando.
"Tenían la violencia propia de este tipo de hechos, pero no se los veía drogados o sacados. Es confuso lo que pasó, no se si se le escapó el disparo o fue intencional; no le encuentro sentido", manifestó Carrasco sobre el tiro que ingresó por la zona abdominal. Afortunadamente, la bala no tocó órganos vitales y detuvo su marcha cerca de la columna.
El tucumano recordó haber visto en el primer piso, donde iba sentado, a dos ladrones con armas y una picana eléctrica. Los asaltantes se llevaron teléfonos celulares, carteras, cámaras de fotos, filmadoras y dinero en efectivo.
Cuando se fueron, el chofer dirigió al ómnibus hasta la autovía y se comunicaron con la policía a través del servicio de emergencia 911, señaló la agencia Télam. Mientras tanto, Carrasco fue asistido por una pasajera médica. La ambulancia llegó media hora más tarde.
"Tal vez mañana (por hoy) me darán el alta. Nunca tuve miedo. No es por ponerme en un rol de hombre, pero me sorprendió haber mantenido la tranquilidad", contó. Una vez recuperados, los primos volverán a Tucumán.
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