Un tucumano cuenta la intimidad del gran final

De trajes negros y uno al costado del otro, al estilo de Los Simuladores. Así caminaron cuatro tucumanos por los corredores de Ideas del Sur el pasado jueves, más empujados por la ansiedad que por el apuro de los tiempos televisivos. Eran sus últimos segundos de privacidad antes de salir al escenario ("uno de los más grandes de todos los que conocemos", se asombraría uno de ellos horas después) y entonces hicieron lo que siempre hacen, aunque esta vez con más intensidad: en un cuadrilátero desigual, se tomaron de las manos y rezaron.

Los Fra Tenori fueron parte fundamental de la apertura de la gran final de ShowMatch y, aunque para ellos ese minuto y medio de cantar en vivo fue maravilloso, su sueño comenzó a cumplirse bastantes horas antes, cuando llegaron a los estudios de la productora de Marcelo Tinelli para recibir las indicaciones del personal y familiarizarse con el entorno. "El desfile de famosos frente a nosotros fue incesante", contó a LA GACETA Fernando de la Orden, uno de los tenores que integran el grupo junto con Miguel Marengo, Blas García y Ramón "Monchi" Poliche.

"Tinelli se había comunicado con Blas para invitarnos al programa, pero una vez allí nos enteramos de que la idea de traernos había sido del 'Chato' Prada, uno de los productores, que consideraba que nuestra actuación había sido la más representativa del Soñando por Cantar. No nos dijeron cómo vestirnos ni peinarnos, simplemente nos indicaron que fuéramos como siempre; eso quiere decir que también confiaban en nuestro profesionalismo. ¡Aunque sí nos maquillaron!", señaló, entre risas, el cantante.

¿Una oración en grupo sirve para regular el nerviosismo cuando se está a punto de actuar en uno de los programas más vistos de la televisión? Según De la Orden, más que nervios, ellos tenían mucha energía. "Sentíamos mucha responsabilidad, el peso de toda una provincia que nos quiere un montón. Allí adentro todo el mundo nos reconocía y saludaba: los integrantes del jurado, los concursantes... y hasta las bailarinas, que son una belleza. ¡Teníamos un muy lindo paisaje!".

Respecto del contacto con Tinelli, el artista reconoció que fue muy breve, aunque el conductor llegó a agradecerles su presencia. "Él es como de otro planeta, llega al estudio para el momento en que tiene que entrar y siempre está rodeado de una nube de gente que lo asesora, de modo que solo deba concentrarse en lo que tiene que hacer". Pese a la emoción que implicó el programa de despedida, los Fra Tenori no se quedaron en el estudio hasta el momento en que se comunicó que Hernán Piquín era nuevamente el ganador. "Preferimos ir a cenar -indicó De la Orden-. Queríamos tener un momento exclusivo para nosotros después de esa gran noche".