"Ring... Ring..." siempre está

"Ring... Ring..." siempre está

En un partido ordinario y con pocas luces, apareció Balvorín y el "santo" terminó festejando.

SIN DINÁMICA. Malbernat, que intenta superar a un rival, tenía la misión de crear juego en ofensiva, pero estuvo intermitente. SIN DINÁMICA. Malbernat, que intenta superar a un rival, tenía la misión de crear juego en ofensiva, pero estuvo intermitente.
Hay un viejo axioma futbolístico que reza: los goles no se merecen, se hacen. Eso quedó determinado anoche en La Ciudadela donde San Martín se despidió de 2012 con triunfo sobre un rival especial, como lo es Talleres de Córdoba.

El 1 a 0 que marcó el resultado final puede justificarse porque San Martín tiene en sus filas a un goleador excepcional. Gustavo Balvorín forma parte de ese grupo selecto de artilleros que tocan pocas pelotas durante de los 90 minutos, pero que siempre tienen una que mandan al fondo de la red. Y anoche no fue la excepción. Cuando todo parecía indicar que el partido iba a cerrar con un 0-0 ordinario y sin brillo, "Ring... Ring..." recogió una pelota que quedó boyando cerca del área "tallarín" y definió con la categoría de los elegidos. Este tanto del delantero de Los Ralos desató el carnaval en las tribunas de La Ciudadela. Al final, esa jugada terminó disimulando un espectáculo pobre. Es que los protagonistas del partido se las ingeniaron para aburrir a la gran cantidad de espectadores que fueron a presenciar el enfrentamiento de dos grandes del interior. No hicieron nada interesante.

Un drama
En los primeros minutos, a través del manejo de Agustín Díaz, Talleres controló la pelota ante un San Martín que lucía nervioso e impreciso. Pero bastó que Gustavo Ibáñez y Rubén Molina comenzarán a encontrar la pelota para que el trámite se emparejara.

A pesar que en el balance los "santos" manejaron más el esférico, los cordobeses contaron con las jugadas más claras para desequilibrar el tanteador: un remate de Klusener que Carrera atajó magistralmente, y sobre el final de la etapa, el remate de Chávez que rozó el travesaño, fueron las más claras de la T.

En el complemento, los dos se las ingeniaron para concretar un período para el olvido. Porque se encargaron de prestarse la pelota, hasta que apareció Balvorín y los tres puntos quedaron en La Ciudadela. Para felicidad de sus hinchas.

Las claves
1- ¡Que el árbol no tape el bosque! Más allá de que los tres puntos quedaron en La Ciudadela, anoche volvieron a repetirse errores que fueron una constante en esta primera parte del campeonato. Que en 2013 todo cambie.


2- San Martín cuenta con un jugador como Gustavo Balvorín que muestra una capacidad de definición sólo reservada a los elegidos. No tuvo mucho contacto con la pelota, pero se le presentó una y facturó.

3- Si muchas veces se cuestionó la tarea del cuerpo técnico, también es justo puntualizar que en los últimos partidos el DT le dio lugar a los pibes del club para que se muestren. Ese es un punto que merece resaltarse.

4- Luego de observar el partido, uno encuentra el justificativo porque San Martín y Talleres están deambulando en la tercera división del fútbol argentino. ¡Qué lejos están de aquellos equipos que paseaban su categoría en Primera!

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