10 Diciembre 2012
BUENOS AIRES.- El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, le pidió a la presidenta, Cristina Fernández, "que escuche" a los sectores no kirchneristas porque señaló que "este Gobierno tiene una actitud antifederal, autista y discriminatoria".
De la Sota, quien hoy cumple un año de gestión en su nuevo gobierno provincial, aseguró que tomó "medidas para que Córdoba no sea rehén de ninguna pelea política".
Además, cuestionó con ironía a representantes del kirchnerismo al señalar que "muchos funcionarios nacionales se dicen revolucionarios y viven custodiados por la Gendarmería en Puerto Madero. Pareciera que, para ellos, ese lugar es la Sierra Maestra en Argentina".
"No soy enemigo de los Kirchner. Fui amigo de Néstor, pero la Presidenta no me dejó otro camino que recurrir a la vía judicial para tratar de cobrar lo que nos deben", aclaró.
A modo de balance de su gestión, dijo que "con el esfuerzo de los cordobeses hemos podido cumplir con todas nuestras promesas electorales. Además iniciamos muchas obras nuevas. Esto a pesar de la deuda que la Nación tiene con Córdoba, y del fracaso de nuestros esfuerzo por encarar un diálogo constructivo". Sobre si ese enfrentamiento con la Nación puede afectar su administración, apuntó: "no, porque hemos tomado todas las medidas para que el año próximo sea mejor que este. Los cordobeses pueden estar tranquilos de que no van a quedar rehenes de ninguna pelea política". "La mayoría de las provincias tienen dificultades pero las que están alineadas con ellos tienen beneficios. Discriminan en todos los aspectos. Ocurre ahora con los subsidios a la energía eléctrica", añadió.
Apuntó que "a Córdoba le han sacado casi todos los subsidios, pero a Buenos Aires, por ejemplo, se los mantienen". "En el presupuesto nacional Córdoba no existe, parece que no pertenece a este país. No digo que nos den privilegios, pero que nos den las inversiones que nos corresponden, como una de las provincias importantes". "Un presidente no puede saber de todo. En la medida que el Gobierno no recapacite y no escuche, se van a repetir las protestas callejeras", acotó.
"A mí no me gustan, porque soy un demócrata que piensa que el pueblo no delibera ni gobierna, sino a través de sus representantes. Pero si hay autismo y la gente recurre a la pueblada, es porque no se siente interpretada por sus dirigentes", advirtió.
Con el Gobierno, remarcó, "siempre quisimos dialogar" y aseguró: "si me hacen una oferta concreta para pagar la deuda, que le convenga a Córdoba, firmo ya. Nunca voy a anteponer intereses políticos o personales al de los cordobeses. En vez de agredir tanto, los funcionarios nacionales deberían pagar lo que le deben a Córdoba". (DyN)
De la Sota, quien hoy cumple un año de gestión en su nuevo gobierno provincial, aseguró que tomó "medidas para que Córdoba no sea rehén de ninguna pelea política".
Además, cuestionó con ironía a representantes del kirchnerismo al señalar que "muchos funcionarios nacionales se dicen revolucionarios y viven custodiados por la Gendarmería en Puerto Madero. Pareciera que, para ellos, ese lugar es la Sierra Maestra en Argentina".
"No soy enemigo de los Kirchner. Fui amigo de Néstor, pero la Presidenta no me dejó otro camino que recurrir a la vía judicial para tratar de cobrar lo que nos deben", aclaró.
A modo de balance de su gestión, dijo que "con el esfuerzo de los cordobeses hemos podido cumplir con todas nuestras promesas electorales. Además iniciamos muchas obras nuevas. Esto a pesar de la deuda que la Nación tiene con Córdoba, y del fracaso de nuestros esfuerzo por encarar un diálogo constructivo". Sobre si ese enfrentamiento con la Nación puede afectar su administración, apuntó: "no, porque hemos tomado todas las medidas para que el año próximo sea mejor que este. Los cordobeses pueden estar tranquilos de que no van a quedar rehenes de ninguna pelea política". "La mayoría de las provincias tienen dificultades pero las que están alineadas con ellos tienen beneficios. Discriminan en todos los aspectos. Ocurre ahora con los subsidios a la energía eléctrica", añadió.
Apuntó que "a Córdoba le han sacado casi todos los subsidios, pero a Buenos Aires, por ejemplo, se los mantienen". "En el presupuesto nacional Córdoba no existe, parece que no pertenece a este país. No digo que nos den privilegios, pero que nos den las inversiones que nos corresponden, como una de las provincias importantes". "Un presidente no puede saber de todo. En la medida que el Gobierno no recapacite y no escuche, se van a repetir las protestas callejeras", acotó.
"A mí no me gustan, porque soy un demócrata que piensa que el pueblo no delibera ni gobierna, sino a través de sus representantes. Pero si hay autismo y la gente recurre a la pueblada, es porque no se siente interpretada por sus dirigentes", advirtió.
Con el Gobierno, remarcó, "siempre quisimos dialogar" y aseguró: "si me hacen una oferta concreta para pagar la deuda, que le convenga a Córdoba, firmo ya. Nunca voy a anteponer intereses políticos o personales al de los cordobeses. En vez de agredir tanto, los funcionarios nacionales deberían pagar lo que le deben a Córdoba". (DyN)
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