28 Noviembre 2012
"Soy totalmente inocente. Desde que fui a Bolívar al 1.800 ya estaba advertido de cómo era Simón Nieva. Por eso jamás pude tener una amistad o charla con él. Incluso el ex propietario tuvo problemas, figura todo en su prontuario", dijo Víctor Hugo Rivero, al declararse inocente.
Al hablar por última vez ante los jueces, Rivero quitó validez a los dichos de Nieva, un hombre que vivía al lado de su casa y que asegura que el acusado le confesó haber secuestrado a Marita Verón por orden de su hermana, María Jesús Rivero.
"Nieva se aprovechó del dolor y la desesperación de una madre. Es un mitómano, nunca tuvo charla conmigo, nunca me llevó a Yerba Buena, menos a dejar droga", aseguró.
Rivero dijo que fue acusado porque auxilió en una oportunidad a la nuera de Nieva, quien era golpeada por su marido. "Lo sabe (la defensora de Menores Inés) Avellaneda que la ayudó a recuperar a su hijo. Desde diciembre de 2003, Nieva nos venía denunciando a Rubén Ale y a mí, y nunca antes había mencionado nada de Marita", dijo.
Nieva declaró en el juicio que la confesión fue realizada en diciembre de 2003, aunque recién lo declaró en la Justicia en marzo de 2004. Ocho años después, durante el juicio oral, agregó que sus hijos escucharon detrás de una pared.
"Arrastró a sus hijos a declarar porque tenía el aval de la fundación María de los Ángeles. Cuando hablaron en la audiencia, parecía que contaban una fábula", afirmó.
El acusado también apuntó contra Susana Trimarco. "No puede venir y acusarnos sin pruebas. Su dolor no justifica la agresión. Dijo que mi hermana y mi mujer, la madre de mis hijos, eran prostitutas. Eso no es verdad", manifestó.
Finalmente, pidió su absolución y la de su hermana. "No hay una prueba en contra nuestro. Sólo pido justicia por mi familia y mis tres hijos", dijo.
Al hablar por última vez ante los jueces, Rivero quitó validez a los dichos de Nieva, un hombre que vivía al lado de su casa y que asegura que el acusado le confesó haber secuestrado a Marita Verón por orden de su hermana, María Jesús Rivero.
"Nieva se aprovechó del dolor y la desesperación de una madre. Es un mitómano, nunca tuvo charla conmigo, nunca me llevó a Yerba Buena, menos a dejar droga", aseguró.
Rivero dijo que fue acusado porque auxilió en una oportunidad a la nuera de Nieva, quien era golpeada por su marido. "Lo sabe (la defensora de Menores Inés) Avellaneda que la ayudó a recuperar a su hijo. Desde diciembre de 2003, Nieva nos venía denunciando a Rubén Ale y a mí, y nunca antes había mencionado nada de Marita", dijo.
Nieva declaró en el juicio que la confesión fue realizada en diciembre de 2003, aunque recién lo declaró en la Justicia en marzo de 2004. Ocho años después, durante el juicio oral, agregó que sus hijos escucharon detrás de una pared.
"Arrastró a sus hijos a declarar porque tenía el aval de la fundación María de los Ángeles. Cuando hablaron en la audiencia, parecía que contaban una fábula", afirmó.
El acusado también apuntó contra Susana Trimarco. "No puede venir y acusarnos sin pruebas. Su dolor no justifica la agresión. Dijo que mi hermana y mi mujer, la madre de mis hijos, eran prostitutas. Eso no es verdad", manifestó.
Finalmente, pidió su absolución y la de su hermana. "No hay una prueba en contra nuestro. Sólo pido justicia por mi familia y mis tres hijos", dijo.