27 Noviembre 2012
EN EL AIRE. El volante de Huracán saltó con un brazo extendido, que luego impactará en el rostro del defensor de Crucero del Norte. CAPTURA DE VIDEO
MISIONES.- Las diferencias entre vehemente y salvaje son muy finas. Pero cuando Hugo Barrientos entra a una cancha, todo se aclara. El volante de Huracán dio muestras ayer de la vehemencia con la que juega al fútbol y tras otra de sus salvajadas debió abandonar el campo de juego a los 15 minutos, expulsado por pegarle un codazo a un jugador de Crucero del Norte.
Esta vez su víctima fue Gabriel Tomasini, defensor del "colectivero", que tuvo la mala suerte de ir a buscar una pelota con el volante del "globito". En el aire, Barrientos levantó su brazo izquierdo y con el codo golpéo a su rival.
El que se salvó fue el tucumano Miguel Nievas Escobar, el principal testigo de una nueva gracia del mayor de los Barrientos. El "Colorado" dio un paso hacia atrás cuando vio que ambos jugadores disputarían la pelota y eso lo convirtió en espectador de lujo de la maniobra.
En el historial de Barrientos figuran una decena de expulsiones directas aunque sin dudas la más recordada sucedió durante un partido ante Banfield, cuando todavía jugaba para All Boys. Hace casi dos años, después de un forcejeo, partió de un codazo -una de sus armas predilectas- al delantero Rubén Ramírez, que con el rostro ensangrentado intentó perseguirlo por la cancha.
Luego de ese escándalo, fueron múltiples las voces que se alzaron desde Floresta para defender a Barrientos. Ahora queda claro que ya no es una casualidad. LA GACETA ©
Esta vez su víctima fue Gabriel Tomasini, defensor del "colectivero", que tuvo la mala suerte de ir a buscar una pelota con el volante del "globito". En el aire, Barrientos levantó su brazo izquierdo y con el codo golpéo a su rival.
El que se salvó fue el tucumano Miguel Nievas Escobar, el principal testigo de una nueva gracia del mayor de los Barrientos. El "Colorado" dio un paso hacia atrás cuando vio que ambos jugadores disputarían la pelota y eso lo convirtió en espectador de lujo de la maniobra.
En el historial de Barrientos figuran una decena de expulsiones directas aunque sin dudas la más recordada sucedió durante un partido ante Banfield, cuando todavía jugaba para All Boys. Hace casi dos años, después de un forcejeo, partió de un codazo -una de sus armas predilectas- al delantero Rubén Ramírez, que con el rostro ensangrentado intentó perseguirlo por la cancha.
Luego de ese escándalo, fueron múltiples las voces que se alzaron desde Floresta para defender a Barrientos. Ahora queda claro que ya no es una casualidad. LA GACETA ©
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