Picadas: diversión peligrosa

Las picadas son carreras de  motos o autos que se hacen por plata y algunas veces sólo por competir. Generalmente se las realiza en avenidas, rutas y otros lugares.
Un grupo de adolescentes de 16 a 20 años nos contaban que para ellos correr picadas es como una liberación de sus problemas personales y familiares. Pero también lo hacen por el simple hecho de divertirse entre ellos o con otros grupos de chicos con quienes comparten la misma pasión por la velocidad.
Nos comentaron que al realizar "picadas callejeras", sienten que es lo mejor que hay, y que cuando están corriendo les corre adrenalina por el cuerpo. Esto hace que las practiquen más seguido, sin importarles lo que les pueda suceder.
Les dijimos de nuestro proyecto con LA GACETA y ellos de inmediato se animaron a que los entrevistemos. El más canchero, carismático, un flaco alto de una familia trabajadora, trigueño con pelo claro y de 17 años, nos narró su propia historia. Entre risas contó: "Desde chico me gustaban las motos, soñaba con ser un gran motociclista famoso. Cuando cumplí 15 años, mis viejos me regalaron una usada. Al pasar los días, unos amigos me invitaron a ver una picada, me llamó la atención y decidí participar en una de ellas, para ver qué se sentía ¡¡¡Me gustó tanto esa sensación de adrenalina en mi cuerpo!!! Desde entonces no paro de correr. Pero a veces pienso que está mal. A mi vieja no le gusta y en parte tiene razón, pero al fin y al cabo yo lo disfruto mucho". 
Cuando terminó su relato nos mostró su "juguete" con el que se divierte haciendo picadas.
Nosotras pensamos que ellos toman esta actividad como un juego, sin darles importancia a los riesgos que corren.

Esto se dice en la comisaría
Los jóvenes en su mayoría comienzan a hacer picadas a los 12 años. Casi ninguno de ellos usa  casco, tampoco tienen papeles de las motos y mucho menos patentes y lo que es peor, muchas veces conducen alcoholizados. Todo esto nos dijeron los policías a los que entrevistamos en la comisaría de Banda del Río Salí.
Los uniformados nos comentaron que los días que se secuestran más motos son los martes, jueves, viernes, sábados y domingos porque se realizan carreras por la madrugada. Semanalmente hay un promedio de 6 a 11 motos secuestradas, y los fines de semana este número aumenta. Ellos tratan de que esto no sea frecuente, pero dicen que no pueden hacer nada por el simple hecho de que son menores y no pueden tomar represiones contra ellos.