27 Noviembre 2012
CENIZAS. El cuerpo sin vida estaba recostado en el asiento trasero del vehículo, que fue incendiado en medio de las plantaciones de caña de azúcar. LA GACETA - FOTOS DE ANTONIO FERRONI
Un camino vecinal polvoriento que llega hasta la finca San Esteban, en La Cañada de Viclos, fue el lugar en el que se descubrió ayer un automóvil con un cuerpo humano adentro totalmente incinerado. Los restos, prácticamente irreconocibles, corresponden a un hombre, que estaba recostado en el asiento trasero del vehículo.
A simple vista parece un lugar ideal para ocultar un cuerpo. Sin embargo, quien lo hizo intentó borrar todas las huellas que pudieran quedar y le prendió fuego al vehículo, que quedó destruido y semioculto entre los cañaverales, con el cuerpo de la víctima adentro.
Antes de las 7, Hugo Díaz pasó rumbo a su trabajo y sintió olor a goma quemada, según le dijo a la Policía, pero no pudo ver el auto, porque estaba a unos 500 metros del lugar. Más tarde, un hombre, apodado "Pepona" Sánchez, pasó por el sitio exacto y pudo ver que todavía salía humo del auto incendiado. Sin dudarlo, Sánchez siguió camino hasta la comisaría, ubicada a unos cinco kilómetros hacia el sur, para notificar el hallazgo.
La Policía cree que podría tratarse de un empleado de la empresa de ómnibus de la Línea 6, que ayer debía presentarse a su trabajo. La última vez que lo vieron con vida fue alrededor de las 4 de la madrugada en la zona de Lastenia. Fuentes policiales dijeron que se investiga si, en los últimos meses, el hombre habría tenido un distanciamiento en la relación con su pareja, así como si podría haber alguna deuda financiera pendiente. Por esa razón, la Policía no descarta ninguna hipótesis. El jefe de la fuerza de seguridad, Jorge Racedo, llegó al lugar donde se constató que el auto era un Renault 9, con un dominio terminado en 888. Los vecinos estaban conmovidos con el hallazgo. El hecho quebró la rutina del pueblo, donde la tranquilidad se percibe hasta en el aire. A la hora de la siesta, todo el mundo interrumpió el descanso en La Cañada de Viclos. Nunca antes hubo tantos autos juntos en esa zona con la llegada de la Policía y del personal de la fiscalía de Instrucción de lo Penal de la IV Nominación de esta Capital. Por las características del hecho, todo dependerá del trabajo de los peritos para saber qué pasó y cómo murió la víctima. La causa está en manos del fiscal Diego López Ávila.¿Lo mataron antes de prenderle fuego? ¿Fue un ajuste de cuentas? ¿Una venganza? ¿Un crimen mafioso? Por ahora, abundan los interrogantes y escasean las respuestas.
A simple vista parece un lugar ideal para ocultar un cuerpo. Sin embargo, quien lo hizo intentó borrar todas las huellas que pudieran quedar y le prendió fuego al vehículo, que quedó destruido y semioculto entre los cañaverales, con el cuerpo de la víctima adentro.
Antes de las 7, Hugo Díaz pasó rumbo a su trabajo y sintió olor a goma quemada, según le dijo a la Policía, pero no pudo ver el auto, porque estaba a unos 500 metros del lugar. Más tarde, un hombre, apodado "Pepona" Sánchez, pasó por el sitio exacto y pudo ver que todavía salía humo del auto incendiado. Sin dudarlo, Sánchez siguió camino hasta la comisaría, ubicada a unos cinco kilómetros hacia el sur, para notificar el hallazgo.
La Policía cree que podría tratarse de un empleado de la empresa de ómnibus de la Línea 6, que ayer debía presentarse a su trabajo. La última vez que lo vieron con vida fue alrededor de las 4 de la madrugada en la zona de Lastenia. Fuentes policiales dijeron que se investiga si, en los últimos meses, el hombre habría tenido un distanciamiento en la relación con su pareja, así como si podría haber alguna deuda financiera pendiente. Por esa razón, la Policía no descarta ninguna hipótesis. El jefe de la fuerza de seguridad, Jorge Racedo, llegó al lugar donde se constató que el auto era un Renault 9, con un dominio terminado en 888. Los vecinos estaban conmovidos con el hallazgo. El hecho quebró la rutina del pueblo, donde la tranquilidad se percibe hasta en el aire. A la hora de la siesta, todo el mundo interrumpió el descanso en La Cañada de Viclos. Nunca antes hubo tantos autos juntos en esa zona con la llegada de la Policía y del personal de la fiscalía de Instrucción de lo Penal de la IV Nominación de esta Capital. Por las características del hecho, todo dependerá del trabajo de los peritos para saber qué pasó y cómo murió la víctima. La causa está en manos del fiscal Diego López Ávila.¿Lo mataron antes de prenderle fuego? ¿Fue un ajuste de cuentas? ¿Una venganza? ¿Un crimen mafioso? Por ahora, abundan los interrogantes y escasean las respuestas.