Hombre de manos firmes

Hombre de manos firmes

Que no le conviertan es mérito del trabajo y la suerte, dice Lucchetti.

DISFRUTA EL MOMENTO. Cristian Luchetti quiere prolongar su racha. DISFRUTA EL MOMENTO. Cristian Luchetti quiere prolongar su racha.
Nacho toca el cielo con las manos y, sin pudor, lo hace saber a los cuatro vientos. "Vamos, Lucchetti, vamos". Nacho encuentra a Cristian Lucchetti, lo saluda, charla con él y de despedida se lleva un autógrafo a medio hacer. La tinta no ayudaba. Pero Nacho no tira la toalla y vuelve a la carga. "Vamos, Lucchetti", grita a los lejos, y ejecuta una mueca medio bailantera con sus manos en alto. Nacho consigue tinta fresca y regresa por todo. Su ídolo sonríe, aunque luego en confianza diría que la timidez es su talón de Aquiles y que tanto afecto expuesto lo descoloca. "Esto es lo lindo del fútbol, lo que te deja la gente", le confía a LG Deportiva ya en sobremesa, luego de un almuerzo cuyo plato fuerte se fue entre historia y actualidad.

La felicidad persigue al fan. El amigo la derrocha porque cruzó su meta, estar cerca del hombre al que nadie pudo quebrar en casi cuatro partidos. "Tuve mis rachas, largas también. En el Banfield del 'Gordo' Garisto estuve ocho partidos", revela el dueño de los tres palos de un Atlético entonado y enfocado en el objetivo. En realidad en "los", que terminan siendo uno: sumar para no descender y sumar para pelear arriba. La ecuación viene encajando bien por ahora en este fútbol de ascenso de hoy en día nada generoso con los arqueros. Para "Laucha", estar tantos minutos sin ser quebrado tiene tintes milagrosos. "¿Qué te parece?", pregunta robándole una risotada que dejó Nacho en la mesa. "Ojalá siga así muchos partidos más, pero si vuelvo de Patronato en cero, hago una fiesta, hacemos una fiesta. Y que se vengan todos, hasta el gobernador si quiere, ja", bromea.

"Las rachas son rachas. Tienen un final. Creo que hoy estamos bien y no todo es cuestión de suerte, aunque en otro momento -aclara-, el cabezazo de Velázquez (Instituto) que se fue cerca hubiese entrado. Contamos con una cuota de suerte así como hacemos valer nuestra virtud de defender y de recuperar las pelotas que perdemos. Un ejemplo: un pelota te pega en la cabeza y entra. Una pelota te pega en la cabeza y se va afuera, ¿ves?".

La perfección deportiva pasó por 25 y Chile hace unos días, cuando Olimpo, el líder, regresó a Bahía sin nada positivo. "Fue el mejor partido que jugamos este semestre, inclusive por encima del de Defensa (5-2). Le ganamos al puntero. Creo que ahí la gente se dio cuenta de que este equipo está para pelearle a cualquiera", explica Lucchetti como dejando atrás derrotas que dolieron mucho. "Perder te baja la autoestima, te crea fantasmas en la cabeza. La clave está en ganar sí o sí en casa y ver qué pasa afuera. Lo importante será no perder", se la juega por la medida inglesa el hombre de manos firmes de Atlético mirando ya a Patronato. "La idea es ganar, de eso no hay dudas, pero dependerá de cómo sea el partido", asegura el jugador, que recibió ofertas de Vélez, Tigre y Olimpo, entre otros clubes del fútbol local antes de firmar en el "decano". "Después del descenso con Banfield no tenía ganas de nada. Me fui de vacaciones sin los celulares y cuando volví mi representante me quería matar. Por suerte llegó la oferta de Atlético también. Y creo que elegí bien; elegí muy bien".

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