La fiscala sostuvo que el "loco Amín" degolló al taxista para robarle y pidió prisión perpetua

La fiscala sostuvo que el "loco Amín" degolló al taxista para robarle y pidió prisión perpetua

Juana Prieto de Sólimo y el querellante Juan Luis Hermosa consideraron que Víctor Hugo Mena actuó con alevosía y lo acusaron por homicidio agravado. Luego de dejar el auto abandonado en la ruta 157, a la altura de la localidad de Manuela Pedraza, habría intentado lavar las prendas y ocultar los elementos robados en casas de sus familiares

ATENTO. El Loco Amín escuchó con detenimiento las acusaciones e intercambió opiniones con su defensora. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO ATENTO. "El Loco Amín" escuchó con detenimiento las acusaciones e intercambió opiniones con su defensora. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
13 Noviembre 2012
Abordó el taxi y le pidió que lo llevara hasta el cerro San Javier. En la ruta 340, a un kilómetro del Bosque de la Memoria, Víctor Hugo Mena tomó un cuchillo y le produjo un profundo corte a Pedro Nicanor Quijano, el chofer del taxi. Luego de matarlo arrojó el cuerpo unos 50 metros, por un barranco.

Esa fue la hipótesis que ayer explicaron la fiscala de Cámara Juana Prieto de Sólimo y el representante de la querella Juan Luis Hermosa, quienes pidieron que "El Loco Amín" sea condenado a prisión y reclusión perpetua, respectivamente, por el homicidio agravado del taxista, ocurrido en la madrugada del 20 de mayo de 2011.

"Le produjo un corte profundo que le seccionó la tráquea, llegando hasta la cuarta vértebra de la columna, degollándolo. Abandonó el cuerpo y se apoderó del vehículo", argumentó Prieto de Sólimo, mientras el acusado escribía en una hoja con una lapicera.

Bajando del cerro San Javier, Mena habría arrojado el plafón con el nombre de la empresa de taxis para la que trabajaba Quijano. Se dirigió al sur de la provincia, y regresó por la ruta 157, donde dejó el auto abandonado en el kilómetro 1209, a un kilómetro y medio del ingreso a la localidad de Manuela Pedraza, siempre según la acusación.

Del vehículo extrajo la computadora, el reloj y otros elementos. Tomó un colectivo, se sentó al lado de Silvina Marcela Romano, una enfermera que declaró en el juicio. "Es muy parecido a la persona que se sentó al lado mío", dijo la mujer.

Cuando regresó a San Miguel de Tucumán, Mena le habría entregado una bolsa con ropa a Vanesa Varela, su sobrina. La mujer, al ver que había manchas de sangre, no se animó a lavar las prendas.

Las pericias confirmaron que la sangre pertenecía a Quijano. En la capucha de un buzo estaba la sangre de Mena. Según Prieto de Sólimo, al tratar de resistirse al robo, el taxista arañó en el cuello a "El Loco Amín", produciéndole una herida.

A su prima Yanina Varela, le habría solicitado que le guardara un bolso en el que había puesto los elementos robados del auto. Cuando el caso comenzó a tener repercusión, Yanina arrojó el bolso en un descampado ubicado detrás de "la cancha de los sucios", en los alrededores del hospital Obarrio. Allí fueron encontrados.

"Mena colocó a Quijano en un estado de indefensión. No pudo defenderse. La intención fue matarlo para robarle", dijo Prieto de Sólimo al pedir la pena máxima.

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