"Aprovechar", el verbo que debe conjugar mañana Del Potro

"Aprovechar", el verbo que debe conjugar mañana Del Potro

Mañana enfrenta a Novak Djokovic, el número uno del mundo, o Andy Murray.

PURA ALEGRÍA. Delpo celebra la hazaña. REUTERS. PURA ALEGRÍA. "Delpo" celebra la hazaña. REUTERS.
"Yo aprovecho"... ante Djokovic, Federer, Murray; contra los mejores. Juan Martín Del Potro está en las semifinales del Torneo de Maestros ganándole por segunda vez consecutiva en 2012 a Roger Federer. Durante la temporada, a Del Potro se lo escuchó decir que para ganarle a los que estaban arriba de él debía jugar mejor que ellos en los momentos importantes. Por más que haya sido repetitivo cada vez que perdía contra ellos al análisis no le cabía otro concepto. De hecho las últimas dos veces que venció a Federer aprovechó los momentos en los que bajó la guardia el suizo y él levantó o mantuvo su juego. Si quiere ser finalista del Torneo de Maestros, esa fórmula deberá ser un axioma mañana cuando enfrente esté Novak Djokovic, el número uno del mundo, o Andy Murray, tercero en el escalafón. "Delpo" todavía tiene chances de clasificar primero en el grupo, pero depende de una victoria del serbio Janko Tipsarevic ante el español David Ferrer que juegan a las 17.

En el último de los tres enfrentamientos de 2012 cuyo triunfo fue para "Nole", Del Potro retomó el discurso: "tuve la oportunidad de ganar el (segundo) set, pero 'Nole' jugó muy bien en los momentos importantes". Aquel set se había definido en tie-break, la misma instancia en la que a Federer le ganó el primer parcial y en el que se le plantó al suizo cuando se equivocó, o sea, que "La Torre de Tandil" supo aprovechar los momentos importantes y jugó mejor. Fácil es decirlo, difícil es hacerlo y más si del otro lado está el número uno del mundo.

Si enfrente llega a estar Murray, el tandilense deberá seguir el mismo plan ante el "Señor Tenis". El escocés tiene un estilo ortodoxo desde el planteo de juego hasta su finísima técnica que, en tiempos en los que la manera de golpear de muchos jugadores hace que el cuerpo se desparrame en el aire casi desarticulándose, Murray propone una técnica clásica. El europeo privilegia el correcto armado de los golpes y la precisión de la bola impactando del otro lado de la cancha cerca de las líneas. Para ponerlo más claro: si a un pequeño de cinco años que empieza ha jugar al tenis, pero al tenis original -para ponerle un buen adjetivo-, el ejemplo a seguir es Murray.

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