CATAMARCA.- El sol, que asomó fugazmente luego del agónico empate contra River y del contundente triunfo frente a San Lorenzo, desapareció nuevamente y en el futuro de Boca Juniors asoman nubarrones que complican la continuidad del técnico Julio César Falcioni luego de diciembre próximo.
La Supercopa que se jugó anoche en el estadio Bicentenario de Catamarca parecía ser una carta valiosa que el entrenador iba a utilizar para definir su futuro en el club, pero no la aprovechó y la derrota contra Arsenal, en la definición por penales, ponen otra vez en duda la prolongación de su contrato, el cual culmina a fin de año.
Boca perdió la oportunidad de ganar la primera edición de la Supercopa Argentina frente a un adversario que venía de ser vapuleado en su última presentación en el Torneo Inicial (cayó ante Vélez 5-1), y lo hizo dejando una pálida imagen futbolística.
"No dimos dos pases seguidos y es difícil jugar así", reconoció Rolando Schiavi luego del encuentro que terminó 0 a 0 y se definió en la serie de remates desde el punto del penal por 4 a 3 a favor del conjunto de Sarandí.
Falcioni, en tanto, suspendió la conferencia de prensa que habían anunciado los organizadores de la Supercopa y abandonó el estadio en silencio, junto a los futbolistas que se marcharon con caras de preocupación.
Tampoco habló el presidente Daniel Angelici, quien horas antes del duelo contra Arsenal buscó aportarle tranquilidad al entrenador y al plantel al sostener que la decisión final se tomará en diciembre.
"Llegado el momento haremos un balance de lo deportivo y si nos ponemos de acuerdo seguirá, de lo contrario, no", explicó el presidente de Boca cuando se le preguntó sobre la renovación del contrato del entrenador.
El título obtenido en el Apertura de la temporada pasada y la Copa Argentina ganada este año pesaban bastante en la balanza, y si a esa lista se hubiese agregado la Supercopa iba a ser difícil para los dirigentes anunciar el final del ciclo del entrenador.
Pero sin la Supercopa, la báscula parece inclinarse hacia el otro lado, ya que esta derrota se suma a la final de la Copa Libertadores perdida contra Corinthians y el bajo nivel futbolístico que mostró el equipo en los últimos seis meses, en los que también cedió el Torneo Clausura cuando supo ser líder hasta cerca del final.
Anoche no jugaron Clemente Rodríguez, Pablo Ledesma -ambos lesionados-, ni Lucas Viatri -estuvo en el banco de suplentes-, considerados los "amigos de Riquelme" y cuyos bajos rendimientos obligaron al entrenador a buscarles reemplazantes.
Sin embargo, el equipo siguió sin respuestas futbolísticas y la única excusa que puede esgrimir Falcioni es la larga lista de lesionados que tiene el plantel.
Ayer se agregó el uruguayo Emiliano Albín, quien no se sintió cómodo jugando de lateral izquierdo, y cuando salió dejó a Boca sin marcadores de punta, lo que genera otro motivo de preocupación para el futuro inmediato.
Schiavi y Leandro Somoza fueron los únicos que se pararon para hablar con los periodistas antes de abandonar el estadio catamarqueño, y el defensor destacó que "a lo largo de los 90 minutos" no lograron "armar ni una jugada" y que no hicieron "nada para ganar el partido".
El experimentado jugador, de 39 años y que en diciembre se retirará del fútbol, es uno de los más críticos a la hora de analizar el rendimiento de Boca y señaló: "Si hubiésemos ganado habríamos festejado, pero igualmente estaríamos preocupados por el nivel del juego".
"Contra San Lorenzo jugamos bien pero volvimos a caer y esperamos que el domingo podamos levantarnos contra Colón", indicó en referencia al decisivo partido que afrontarán los "xeneizes" en Santa Fe el próximo domingo.
Ese será el inicio de una seguidilla de encuentros clave para la definición del torneo Inicial que continuará el jueves, en La Bombonera, contra Newell´s y el domingo 18, en Liniers, contra Vélez, el líder y el escolta del certamen, respectivamente.
"Nos quedan seis fechas por delante y tenemos la obligación de levantarnos, sacar la cabeza y dar la cara como siempre", señaló Schiavi, quien sabe que en Boca lo único que sirve es ganar el título para terminar el año en paz.
"Para nosotros cada partido es una final y ya perdimos una", añadió el `Flaco´, aunque esa frase perfectamente podría utilizarse para Falcioni, quien rinde examen en cada presentación y será evaluado en diciembre.
La Supercopa era una carta valiosa que el entrenador tenía en su poder para intentar ganar la partida a la hora de sentarse a negociar con los dirigentes.
Pero no la supo utilizar en forma correcta y ahora le será difícil salir airoso porque Boca no gana y, lo que es peor, no juega bien. (Télam)