El "ucumar" de Salta era un osito melero

SALTA.- El folclore del norte argentino lo llama "ucumar" y le atribuye un aspecto intimidante, mezcla de mono y de oso. Muchos dicen que aparece de noche para raptar a las mujeres. La semana pasada, hay quienes juran que lo vieron pasearse por un barrio de Salta pero -al final- el "ucumar" no era tal, sino un osito melero que estaba muy lejos de su hábitat natural. 

Anoche, efectivos de la División Policía Rural y Ambiental, lograron atrapar el oso melero que generó denuncias de los vecinos del barrio San Jorge de El Carril, tejieron los más diversos relatos a la luz la leyenda del ucumar, alimentados por el temor a un animal desconocido.

El animal, parecido a un oso hormiguero, tiene aproximadamente 40 centímetros del alto por 1,70 metro de largo. El veterinario de la Policía informó que el osito, especie en peligro de extinción, será trasladado a la Reserva Natural de Finca Las Costas.

Los vecinos aseguraban que habían visto, cerca de la cancha de fútbol, a un extraño animal de aspecto humanoide, con largas patas con garras, cubierto de un denso pelaje, con ojos colorados, que se colgaba de los árboles y aparecía a medianoche.

Han sido tantos los testigos, que la canchita de fútbol se ha transformado en el lugar más visitado en las últimas noches, según el diario "El Tribuno", de Salta. La primera aparición fue el lunes de la semana pasada, y luego coincidieron haberlo visto jueves y viernes.

Todos lo describieron como petiso, feo y peludo y, aunque no hay registros de que haya atacado a nadie, sí causó un susto mayúsculo a varios cuando se les cruzó en el camino y se paró en dos patas.

"No gruñe ni chilla. Pero es bien fiero. Es chato y tiene pelaje blanco en su pecho y hocico. Se colgó de uno de los arcos de la cancha de fútbol y luego de brincar varias veces se perdió por el monte. Al rato apareció por otro extremo. Hasta que se perdió para no aparecer de nuevo”, contó Cristian Leonel Rodríguez, según citó "El Tribuno".

Gerardo Flores lo encontró cuando iba en motocicleta, y los persiguió por un buen trecho junto a otros dos chicos. "Se parece a un mono, cuando escapaba hacia el monte intentamos seguirlo, pero se dio vuelta de repente. Nos asustó su mirada", contó. "Camina por ratos con las cuatro patas y luego en dos. Era muy peludo con manchas blancas en el pelaje que le brillaba", añadió Margot Córdoba.

Sofía Saracho pudo ver desde su casa a la criatura, cuando se hamacaba en un árbol. "Me avisó mi amiga Rocío, que vive al lado de mi casa, que algo raro estaba pasando en la canchita. Cuando salgo a la vereda veo que entre los pequeños arboles había una especie de mono que miraba atentamente hacia el barrio. Salió corriendo hacia el fondo de la cancha. En ningún momento ladraron los perros".

Algunos veterinarios de la zona habían advertido que seguramente se trataba de un oso melero o un mono tití que estuvo en cautiverio en algún lugar cercano al barrio. LA GACETA ©