06 Noviembre 2012
Se asoma a la ventana, recorre con su mirada los rieles, la playa central, en la que ahora se encuentran los camiones de basura de la Municipalidad, mira la torre de agua, la chimenea y suspira. Se sienta en uno de los sillones antiguos. Él es Miguel Ángel Herrera, jubilado ferroviario. Sus ojos contemplaron la época de esplendor de la planta industrial
¿Cuál fue su experiencia laboral?
Entré a los talleres como aprendiz. Yo era alumno de la Escuela Técnica que estaba ubicada en la Villa Obrera. Yo cursaba la carrera de técnico ferrocarrilero, que sería el equivalente a técnico electromecánico actualmente. Me especialicé cuando entré a los talleres; era ajustador del área de locomotoras a vapor. Entré por un convenio que tenían los talleres con la escuela técnica.
¿Cómo era la vida en esa época en los talleres ferroviarios?
Y bueno, los talleres ferroviarios cuando yo entré tenían 4.000 empleados, trabajaban todas las secciones, era una ciudad acá adentro. Lo comparo con lo que es actualmente, la anarquía, la desorganización que hay ahora, esa mediocridad... ¿Se imaginan lo que era para que trabajen 4.000 personas y fabricar 20 locomotoras, 40 coches de pasajeros, 15 de carga, más todos los repuestos...? ¡La organización que había en todo sentido! Después, lamentablemente, me tocó ser testigo de la decadencia, del ataque al ferrocarril, no sólo de aquí sino de toda la Argentina, que se inició en el 58.
¿Cuál es el futuro que le gustaría ver?
Soy un convencido de que el ferrocarril es el futuro en cuanto a transporte masivo y de larga distancia, ya que supera al camión en velocidad y en capacidad de carga.
¿Algo que le quiera decir a la sociedad taficeña?
Lo que le pido a Tafí Viejo es que valorice la historia y después que se informe de cuál es la tendencia en materia ferroviaria. Que se ponga en positivo y piense que el ferrocarril va a regresar, y que, si todos pedimos por eso, vamos a ser escuchados más rápidamente por los políticos. A nosotros nos pasó en 2003, y estos talleres se abrieron el 29 de septiembre de 2003, a pedido de las fuerzas vivas. La opinión del pueblo se manifiesta a través de activismo inteligente, no con cortes de ruta, sino con asambleas y marchas, es la característica de nuestras fuerzas vivas en Tafí Viejo.
¿Cuál fue su experiencia laboral?
Entré a los talleres como aprendiz. Yo era alumno de la Escuela Técnica que estaba ubicada en la Villa Obrera. Yo cursaba la carrera de técnico ferrocarrilero, que sería el equivalente a técnico electromecánico actualmente. Me especialicé cuando entré a los talleres; era ajustador del área de locomotoras a vapor. Entré por un convenio que tenían los talleres con la escuela técnica.
¿Cómo era la vida en esa época en los talleres ferroviarios?
Y bueno, los talleres ferroviarios cuando yo entré tenían 4.000 empleados, trabajaban todas las secciones, era una ciudad acá adentro. Lo comparo con lo que es actualmente, la anarquía, la desorganización que hay ahora, esa mediocridad... ¿Se imaginan lo que era para que trabajen 4.000 personas y fabricar 20 locomotoras, 40 coches de pasajeros, 15 de carga, más todos los repuestos...? ¡La organización que había en todo sentido! Después, lamentablemente, me tocó ser testigo de la decadencia, del ataque al ferrocarril, no sólo de aquí sino de toda la Argentina, que se inició en el 58.
¿Cuál es el futuro que le gustaría ver?
Soy un convencido de que el ferrocarril es el futuro en cuanto a transporte masivo y de larga distancia, ya que supera al camión en velocidad y en capacidad de carga.
¿Algo que le quiera decir a la sociedad taficeña?
Lo que le pido a Tafí Viejo es que valorice la historia y después que se informe de cuál es la tendencia en materia ferroviaria. Que se ponga en positivo y piense que el ferrocarril va a regresar, y que, si todos pedimos por eso, vamos a ser escuchados más rápidamente por los políticos. A nosotros nos pasó en 2003, y estos talleres se abrieron el 29 de septiembre de 2003, a pedido de las fuerzas vivas. La opinión del pueblo se manifiesta a través de activismo inteligente, no con cortes de ruta, sino con asambleas y marchas, es la característica de nuestras fuerzas vivas en Tafí Viejo.