Por Gustavo Rodríguez
31 Octubre 2012
Acceso Biométrico a Espectáculos Deportivos, más conocido como Sabed por sus siglas, es la herramienta que presentó el Gobierno como "La" solución para acabar con los violentos en los estadios. Hasta Cristina Fernández probó esta tecnología en la Casa Rosada y habló maravillas sobre el uso que se le podía dar.
Pero el sistema falló en su primera prueba en serio. Hasta el momento, sólo se colocaban unos cuantos aparatos en algunos estadio y el policía que lo manejaba elegía a dedo al hincha que quisiera que superara la prueba para ocupar un lugar en la tribuna.
El Supeclásico fue el partido para realizar una experiencia inédita. Nunca antes en el fútbol argentino se habían instalado tanto aparatos -100 en total- para evitar que los barras con antecendes ingresaran al estadio. Mauro Martín, que tiene prohibido el ingreso porque sobre él pesa un pedido de derecho de admisión, no pasó la prueba y fue enviado a su casa, pero el hombre pudo ver como si nada el duelo entre River y Boca.
Supuestamente, el Sabed estaría a prueba hasta fin de año y, si los responsables de Seguridad lo consideraban prudente, su uso sería obligatorio a partir de febrero en todos los estadios de Primera y, con el correr de los meses, se sumaría la B Nacional.
La presencia de Martín en el Monumental dejó en claro que el sistema funciona para detectar a los infractores, pero los hombres que lo manejan, al no cambiar de actitud, siguen beneficiando el andar de los violentos. Así no habrá tecnología que sirva. LA GACETA ©
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