31 Octubre 2012
REVISIONISTA. Elorza Villamayor aporta al libro rigurosos documentos. LA GACETA/ FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.
Manuel Belgrano no sólo fue el creador de la bandera o el general victorioso de la Batalla de Tucumán. En realidad fue la mente detrás de la Revolución de Mayo. Así lo postula el historiador y guionista Ricardo Elorza Villamayor en su libro "Manuel Belgrano. Líder, ideólogo y combatiente de la Revolución", que será presentado hoy.
"Para que una revolución sea exitosa se necesita una ideología concreta. Y las ideologías no se inventan en un papel, ni se generan en forma espontánea; necesitan un largo proceso de gestación. Ese proceso comenzó cuando el rey Carlos IV nombró a Belgrano Secretario Perpetuo del Consulado de Buenos Aires. Y le dio una misión concreta: expandir la agricultura, la industria y el comercio, a fin de lograr el crecimiento de toda la región. Nuestro prócer confesó después, en su autobiografía, que se sintió alucinado con ese encargo. Y fue a partir de allí que comenzó a poner en práctica sus ideas libertarias", señaló Elorza Villamayor.
Según el historiador, Belgrano fue una mente brillante. No solo sabía hablar cinco idiomas y era un economista y un matemático consumado, sino que en España, se inscribió en tres universidades y cursó materias simultáneamente en dos de ellas. "Este dato no muy conocido del prócer me resultó al principio increíble. Pero luego, en España, pude acceder a documentos que ratifican esta historia. Incluso en la Universidad de Salamanca llegó a ser Presidente de la Academia del Foro Romano, Prácticas Forences y Economía Política. Tenía tal capacidad y formación que el mismo Papa lo autorizó en 1790, cuando contaba con apenas 20 años, a leer los libros prohibidos de la Biblioteca del Vaticano. Un honor que no recibe cualquier mortal. Todo este saber, sumado a sus relaciones destacadas en Europa, llevaron a que Belgrano fuera convocado por el rey para hacerse cargo del consulado en la Argentina", apuntó el historiador.
Fue en este momento que comenzó la gesta revolucionaria. Durante su trabajo en el consulado, entre 1790 y 1800, Belgrano creó escuelas y desarrolló la agricultura con una concepción nunca antes vista, producto de su gran capacidad como economista. "Todo esto derivó luego en un movimiento revolucionario que se fue fortaleciendo hacia 1806 y que tuvo como colaboradores a otros próceres ilustres, como Juan José Castelli (primo de Belgrano) y Juan Hipólito Vieytes, que fue otro gran economista", agregó Elorza Villamayor.
Ocultamiento
¿Por qué a lo largo de la historia, la figura de Belgrano fue decreciendo hasta convertirse en el simple creador de la bandera? Porque, según el historiador, hubo un ocultamiento sistemático. "Los argentinos somos víctimas de años de dominación mental en los centros educativos. No hay conocimiento de la verdad. Se dice que la revolución fue espontánea y no fue así. Fue organizada y yo doy todos los detalles con la correspondiente documentación en el libro. Belgrano fue el jefe de la revolución. Cuando él murió, en 1820, se desintegró toda América del Sur. A pesar de los esfuerzos de José de San Martín por reafirmar y seguir adelante con la propuesta de Belgrano, la traición de Bernardino Rivadavia pudo más y el proyecto se vino abajo", indicó.
El libro, publicado por la editorial Fabro, está acompañado por un CD con algunas canciones de la obra "Canto a la Batalla de Tucumán", compuesta por Mario Cabrera. "Son canciones atravesadas por toda esta mística revolucionaria de Belgrano", agregó el autor.
Organizada por la Municipalidad capitalina y el Instituto de la Universidad Libre "Profesor Manuel Gonzalo Casas", en la presentación estarán presentes -además de Elorza Villamayor y de Cabrera-, el Director de la editorial Fabro, Fabián D'Antonio y el historiador tucumano Víctor Lupo. Se referirá a la obra Gabriel Casas.
"Para que una revolución sea exitosa se necesita una ideología concreta. Y las ideologías no se inventan en un papel, ni se generan en forma espontánea; necesitan un largo proceso de gestación. Ese proceso comenzó cuando el rey Carlos IV nombró a Belgrano Secretario Perpetuo del Consulado de Buenos Aires. Y le dio una misión concreta: expandir la agricultura, la industria y el comercio, a fin de lograr el crecimiento de toda la región. Nuestro prócer confesó después, en su autobiografía, que se sintió alucinado con ese encargo. Y fue a partir de allí que comenzó a poner en práctica sus ideas libertarias", señaló Elorza Villamayor.
Según el historiador, Belgrano fue una mente brillante. No solo sabía hablar cinco idiomas y era un economista y un matemático consumado, sino que en España, se inscribió en tres universidades y cursó materias simultáneamente en dos de ellas. "Este dato no muy conocido del prócer me resultó al principio increíble. Pero luego, en España, pude acceder a documentos que ratifican esta historia. Incluso en la Universidad de Salamanca llegó a ser Presidente de la Academia del Foro Romano, Prácticas Forences y Economía Política. Tenía tal capacidad y formación que el mismo Papa lo autorizó en 1790, cuando contaba con apenas 20 años, a leer los libros prohibidos de la Biblioteca del Vaticano. Un honor que no recibe cualquier mortal. Todo este saber, sumado a sus relaciones destacadas en Europa, llevaron a que Belgrano fuera convocado por el rey para hacerse cargo del consulado en la Argentina", apuntó el historiador.
Fue en este momento que comenzó la gesta revolucionaria. Durante su trabajo en el consulado, entre 1790 y 1800, Belgrano creó escuelas y desarrolló la agricultura con una concepción nunca antes vista, producto de su gran capacidad como economista. "Todo esto derivó luego en un movimiento revolucionario que se fue fortaleciendo hacia 1806 y que tuvo como colaboradores a otros próceres ilustres, como Juan José Castelli (primo de Belgrano) y Juan Hipólito Vieytes, que fue otro gran economista", agregó Elorza Villamayor.
Ocultamiento
¿Por qué a lo largo de la historia, la figura de Belgrano fue decreciendo hasta convertirse en el simple creador de la bandera? Porque, según el historiador, hubo un ocultamiento sistemático. "Los argentinos somos víctimas de años de dominación mental en los centros educativos. No hay conocimiento de la verdad. Se dice que la revolución fue espontánea y no fue así. Fue organizada y yo doy todos los detalles con la correspondiente documentación en el libro. Belgrano fue el jefe de la revolución. Cuando él murió, en 1820, se desintegró toda América del Sur. A pesar de los esfuerzos de José de San Martín por reafirmar y seguir adelante con la propuesta de Belgrano, la traición de Bernardino Rivadavia pudo más y el proyecto se vino abajo", indicó.
El libro, publicado por la editorial Fabro, está acompañado por un CD con algunas canciones de la obra "Canto a la Batalla de Tucumán", compuesta por Mario Cabrera. "Son canciones atravesadas por toda esta mística revolucionaria de Belgrano", agregó el autor.
Organizada por la Municipalidad capitalina y el Instituto de la Universidad Libre "Profesor Manuel Gonzalo Casas", en la presentación estarán presentes -además de Elorza Villamayor y de Cabrera-, el Director de la editorial Fabro, Fabián D'Antonio y el historiador tucumano Víctor Lupo. Se referirá a la obra Gabriel Casas.