30 Octubre 2012
Cada tranqueño al despertar se encuentra con un paisaje natural privilegiado, que no se puede disfrutar en todas las ciudades. Pero los habitantes de esta comunidad no se dan cuenta de lo que tienen a su alrededor. Esto lo podemos notar observando las imágenes de la ciudad. A nosotros, como jóvenes, nos preocupa que los habitantes tranqueños no tomen conciencia de la importancia de cuidar el ambiente donde vivimos todos.
Un vecino nos contó que camino al balneario El Boyero (un lugar turístico) se tiran los desechos de los pozos ciegos de las casas de la ciudad. Estos líquidos contaminan las aguas. Cruzaban por una propiedad privada y al principio no se notaba la contaminación, ya que todavía se acercaban al lugar varios animales, como los pájaros. Pero actualmente ya no se ven animales en la zona y, por el contrario, se siente un olor nauseabundo. El vecino también contó que hasta hoy en las acequias del lugar se siguen lavando mochilas con veneno que sirven para la fumigación de los cultivos en Trancas.
Paseando por la ciudad nos encontramos con un gran desperdicio de agua potable por las calles. Pero además hay un basural que se encuentra en San José, que también provoca mucha contaminación. ¡Tomemos conciencia! La comunidad tranqueña ¿cuida el medio ambiente? A simple vista, no.
Dos miradas
Emanuel (26 años)
• "Trancas es tranquila, pero en los últimos tiempos, insegura. No hay democracia. El trabajo es sólo para familiares y amigos de políticos. Los microem-prendimientos se dan a quienes no saben manejar la maquinaria que solicitan. Se da trabajo a gente de afuera y no a jóvenes de aquí.
María (25 años)
• "Trancas es una ciudad tranquila y segura. Aquí existe la democracia y el trabajo, sólo que cada uno tiene que generar el futuro. Se hicieron proyectos como el centro de organización, emprendimientos cooperativos, oficina de empleos y distintos talleres que ayudan a cada uno a buscar su propio recurso. Pero no hay trabajo coordinado; la comunidad tendría que generarlo y el Gobierno, acompañar".
Un vecino nos contó que camino al balneario El Boyero (un lugar turístico) se tiran los desechos de los pozos ciegos de las casas de la ciudad. Estos líquidos contaminan las aguas. Cruzaban por una propiedad privada y al principio no se notaba la contaminación, ya que todavía se acercaban al lugar varios animales, como los pájaros. Pero actualmente ya no se ven animales en la zona y, por el contrario, se siente un olor nauseabundo. El vecino también contó que hasta hoy en las acequias del lugar se siguen lavando mochilas con veneno que sirven para la fumigación de los cultivos en Trancas.
Paseando por la ciudad nos encontramos con un gran desperdicio de agua potable por las calles. Pero además hay un basural que se encuentra en San José, que también provoca mucha contaminación. ¡Tomemos conciencia! La comunidad tranqueña ¿cuida el medio ambiente? A simple vista, no.
Dos miradas
Emanuel (26 años)
• "Trancas es tranquila, pero en los últimos tiempos, insegura. No hay democracia. El trabajo es sólo para familiares y amigos de políticos. Los microem-prendimientos se dan a quienes no saben manejar la maquinaria que solicitan. Se da trabajo a gente de afuera y no a jóvenes de aquí.
María (25 años)
• "Trancas es una ciudad tranquila y segura. Aquí existe la democracia y el trabajo, sólo que cada uno tiene que generar el futuro. Se hicieron proyectos como el centro de organización, emprendimientos cooperativos, oficina de empleos y distintos talleres que ayudan a cada uno a buscar su propio recurso. Pero no hay trabajo coordinado; la comunidad tendría que generarlo y el Gobierno, acompañar".
Temas
Escuela Media de Trancas