30 Octubre 2012
El reloj marcaba las 18.47 cuando llegó al centro radiológico. Ingresó rengueando, con síntomas de mucho dolor, acompañado por su hijo Dante (2 años, foto) y por su esposa Gabriela. "Tengo confianza en que no será nada grave", le dijo Jorge Scolari a LA GACETA antes de entrar a realizarse la resonancia magnética para determinar la lesión que sufrió en la rodilla derecha.
El domingo, cuando se cumplieron ocho meses de la operación de la rotura de los ligamentos cruzados, el defensor ingresó frente a Racing de Córdoba. Se jugaban 10 minutos del segundo tiempo, cuando Carlos Ramacciotti decidió mandarlo a la cancha en reemplazo de Leonardo Rizo. "Estaba súper feliz, con un gran entusiasmo. Ganábamos 1 a 0 y me entusiasmaba mucho la idea de ayudar al equipo a sumar otro triunfo. Era un momento muy importante para mí. Lamentablemente la alegría me duró muy poco", contó. Fueron apenas 22 minutos en la cancha, hasta que quedó tendido en el piso. "Quise anticiparme a un defensor y caí mal. Esto es mala suerte. Desde hace dos meses que vengo haciendo fútbol con total normalidad en las prácticas y en los amistosos", comentó.
El hombre surgido en las inferiores de Estudiantes de La Plata permaneció alrededor de 20 minutos en el consultorio del centro radiológico. "No quisieron adelantarme nada. Tengo mucho líquido en la rodilla y necesitan más tiempo para analizar bien la zona. Me dijeron que después le van a comunicar el resultado al médico de San Martín", expresó el defensor a la salida, extendiendo aún más la incertidumbre. Roberto Guillén, facultativo de los "albirrojos", será el primero en conocer hoy los resultados. "Lo revisé y en principio tiene un esguince grave de rodilla. Esperamos que no se haya roto nuevamente los ligamentos cruzados, porque siente un poco de inestabilidad", señaló el médico.
A pesar del duro momento, Scolari es optimista. "Tengo mucha fe en que no será nada grave. Estoy dolorido, pero es muy diferente a lo que sentí en febrero, cuando me rompí los ligamentos cruzados. Me parece una locura todo lo que estoy viviendo", comentó. "Estoy muy agradecido de todo el plantel. Mis compañeros y el cuerpo técnico me dieron fuerzas para no bajonearme. Ellos, junto a mi familia, son los pilares para salir adelante", señaló.
Gabriela espera que los resultados no arrojen una lesión grave. "Jorge ama jugar al fútbol. Aunque nuestra familia depende de sus ingresos, a él no le importa ganar poca o mucha plata con tal de jugar. Muchas veces estuvo enfermo y lo mismo fue a practicar. Este deporte es su vida y una nueva lesión grave lo bajoneará mucho", dijo la esposa del defensor. La rodilla derecha se transformó en el karma de Scolari.
El domingo, cuando se cumplieron ocho meses de la operación de la rotura de los ligamentos cruzados, el defensor ingresó frente a Racing de Córdoba. Se jugaban 10 minutos del segundo tiempo, cuando Carlos Ramacciotti decidió mandarlo a la cancha en reemplazo de Leonardo Rizo. "Estaba súper feliz, con un gran entusiasmo. Ganábamos 1 a 0 y me entusiasmaba mucho la idea de ayudar al equipo a sumar otro triunfo. Era un momento muy importante para mí. Lamentablemente la alegría me duró muy poco", contó. Fueron apenas 22 minutos en la cancha, hasta que quedó tendido en el piso. "Quise anticiparme a un defensor y caí mal. Esto es mala suerte. Desde hace dos meses que vengo haciendo fútbol con total normalidad en las prácticas y en los amistosos", comentó.
El hombre surgido en las inferiores de Estudiantes de La Plata permaneció alrededor de 20 minutos en el consultorio del centro radiológico. "No quisieron adelantarme nada. Tengo mucho líquido en la rodilla y necesitan más tiempo para analizar bien la zona. Me dijeron que después le van a comunicar el resultado al médico de San Martín", expresó el defensor a la salida, extendiendo aún más la incertidumbre. Roberto Guillén, facultativo de los "albirrojos", será el primero en conocer hoy los resultados. "Lo revisé y en principio tiene un esguince grave de rodilla. Esperamos que no se haya roto nuevamente los ligamentos cruzados, porque siente un poco de inestabilidad", señaló el médico.
A pesar del duro momento, Scolari es optimista. "Tengo mucha fe en que no será nada grave. Estoy dolorido, pero es muy diferente a lo que sentí en febrero, cuando me rompí los ligamentos cruzados. Me parece una locura todo lo que estoy viviendo", comentó. "Estoy muy agradecido de todo el plantel. Mis compañeros y el cuerpo técnico me dieron fuerzas para no bajonearme. Ellos, junto a mi familia, son los pilares para salir adelante", señaló.
Gabriela espera que los resultados no arrojen una lesión grave. "Jorge ama jugar al fútbol. Aunque nuestra familia depende de sus ingresos, a él no le importa ganar poca o mucha plata con tal de jugar. Muchas veces estuvo enfermo y lo mismo fue a practicar. Este deporte es su vida y una nueva lesión grave lo bajoneará mucho", dijo la esposa del defensor. La rodilla derecha se transformó en el karma de Scolari.
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