Peleados con la pelota

Los dos goles del partido intentaron motivarlos. Fue una concesión generosa del fútbol que hizo que la pelota ingrese al arco antes de hacer los méritos para ello. En otro momento, en otro partido o en otro torneo hubiese servido para incentivar a dos equipos a jugar mejor, pero no. Malcriados por el fútbol, San Jorge y Talleres consiguieron lo que querían a pesar de no haber hecho los deberes.

El final mostró algo más conforme al "expreso", quizás porque el empate llegó faltando poco. Talleres, con el gigante Arnaldo Sialle a la cabeza, terminó lamentando ese penal en su área que dejó dudas y por el otro, en la de San Jorge, que no dejó ninguna. También por las chances que desperdició cuando San Jorge se entregó en busca del empate.

Igual, el DT no puede quejarse mucho. Franco Olego le dio la ventaja cuando los cordobeses no habían hecho más que verla pasar. Para colmo, un penal no sancionado a favor de San Jorge, hicieron mirar de reojo a Federico Guaymás Tornero, el árbitro.

Los atenuantes de San Jorge son harto conocidos (inexperiencia, falta de apoyo y de cancha). No ocurre lo mismo con Talleres. Su historia no merece un equipo tan pobre. El campo de juego estaba imposible, eso sí, aunque el veredicto es el mismo: ayer, el "expreso", la "T" y el árbitro se pelearon con la pelota.