"Podemos trabajar, no necesitamos ser expertos"

"Podemos trabajar, no necesitamos ser expertos"

Las escuelas técnicas provinciales exponen la producción de los alumnos y su inserción en el mundo laboral.

MUNDO ROBOT. Los alumnos de la Alfredo Marino diseñan, programan y hacen funcionar sus prototipos.
MUNDO ROBOT. Los alumnos de la Alfredo Marino diseñan, programan y hacen funcionar sus prototipos.
30 Octubre 2012
Los 11 alumnos de 3° 3a -Automotores- trabajaron muchas horas en el taller para lucirse en la Expo Técnica, que se realiza justamente en su escuela, la ENET N° 3 (Las Piedras y Sáenz Peña). Y el viernes, a última hora, se les averió el motor naftero que presentan.

"Se rompió una pieza importante, pero ellos va a mostrar su destreza para repararlo", confía Marcos González, junto a Pablo Soria y José Barrera, los profesores. "Este es uno de los mejores cursos, están muy bien preparados", agrega.

Lejos del protocolo del acto de inauguración de la muestra, en un aula taller, un grupo de chicos se entusiasma con su prototipo. Encienden luz baja y alta, de giro, stop, ¡la bocina explota! y, lo más divertido, el estéreo retumba. El sistema eléctrico del auto funciona perfectamente.

Más allá brama un enorme motor de camión Mercedes Benz. "Este funciona con biodiesel, no contamina", dice Julián, y empieza una larga explicación sobre por qué no levanta temperatura. Mientras tanto, Iván alardea con la efectiva alarma para motos que diseñó con un compañero. En la esquina está el motor naftero que armaron todos, el que sufrió el inconveniente. "Vemos Electricidad, Hidráulica y Mecánica. Podemos armar un auto", apunta Julián. Y asienten David, Lucas, Iván, Christian, Freddy, Raúl, Luis y Brian.

En un pupitre está el laboratorio de biodiesel: es que primero obtuvieron -en el aula- el combustible ecológico, a partir de los desechos de aceite de cocina usado, que aplican en el motor preparado y regulado.

Luis repite curso y quiso formar parte del proyecto por segunda vez. "Estoy trabajando en un taller mecánico. Aprendo allá y en la escuela", enfatiza.

En un stand bajo un gazebo llaman la atención los individuales de cuerina con bordes terminados con la puntada perfecta de Lucía. También las labores en crochet, las cajas rosas y celestes para la ropa del bebé (cuesta creer que son de papel de diario reciclado), las conservas y otros microemprendimientos posibles. Es un trabajo de Economía y Gestión, en el que cada grupo en la Técnica N°1 de Ranchillos eligió el tipo de trabajo.

"Hay que generar el ambiente y ellos se prenden", afirma el profesor Pablo Romero, mientras muestra la cinta transportadora selectora de cajas automática, un tanque cisterna y un compresor hechos en la Técnica N° 1 de Bella Vista.

De Tafí Viejo
"Esta máquina con CNC (Control Numérico Programado) por control binario sirve para programar piezas en cualquier material. Por ejemplo, engranajes, planchuelas, etc. Y en cualquier material -madera, aluminio o acero-; depende de la máquina", explica Christian, muy concentrado en la computadora. "Trabajó todo el curso; es muy bueno porque no necesitamos ser expertos para hacer esto", enfatiza.

En otro stand de la escuela que lleva el nombre del profesor Alfredo Marino, los chicos dan los primeros pasos en robótica y automatización. Ana María dice que se pueden usar en una fábrica, dependiendo del lugar. "Este robot está programado para que siga la línea transportando materiales, y aquel otro es para recoger la basura", señala.

De la Técnica N° 2 de Tafí Viejo, Carla y Fernanda eligieron trabajar en el uso de las TICS dentro y fuera del aula. "Estudiamos cómo sacarles partida y no dispersarnos. También armamos una red social que nos hizo conocernos mejor: cada uno expresó lo que no podía decir cara a cara", cuenta Fernanda.

Luciano y Julián están a punto de recibirse. Son carpinteros que desde primer año manejan los secretos de la madera en la Escuela Misión Monotécnica N° 43 Profesor Tolosa (El Corte, Alderetes). Estantes, percheros, bodeguitas, muebles infantiles y hasta el caballito mecedor; ya hicieron de todo para la casa y ahora reciben encargos.

El pequeño Marcos y sus compañeros de primer año apenas sobresalen entre las plantas del stand de la escuela Agrotécnica Mariano Ramos, de Burruyacu. "Salimos como técnicos agropecuarios. Nosotros hacemos dulces caseros sin conservantes. Los vendemos o canjeamos por alimentos para el comedor porque tenemos jornada completa. Desde el primer día nos enseñan a reconocer semillas, la cría de aves y de cerdos, y a valorar las especies forestales de la zona", explica con la autoridad de sus 13 años.

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