29 Octubre 2012
APENAS TOCADO. Los frentes sur, este y oeste se restaurarán.
Allí donde hubo dolor, muerte y olvido, entrarán la luz y la memoria. El edificio de avenida Sarmiento al 500, donde funcionó la Brigada de Investigaciones de la Policía, y que fue en centro clandestino de detención durante la última dictadura, se revalorizará como museo y espacio destinado a actividades relacionadas con la recuperación histórica. La propuesta de los arquitectos cordobeses Agustín Bencero y Andrés Marceliño, elegida entre 45 trabajos de profesionales de todo el país, entre los cuales había 17 anteproyectos tucumanos, recibirá mañana el premio que le otorgó el jurado del Colegio de Arquitectos de Tucumán.
El trabajo ofrece recuperar la "piel" original en la fachada que da sobre avenida Sarmiento y sus laterales. La fachada posterior, que se demolió, junto con parte del edificio, para construir la nueva Legislatura, estará cubierta con paneles para armar una "sala de la memoria". Ese sector, donde estaban los calabozos de los secuestrados o lugar de reunión de detenidos, se recuperará como espacio público, que eventualmente podrá quedar cubierto para algunas actividades.
Las mayores intervenciones, explicó Natalia Ariñez, arquitecta y representante de la Agrupación HIJOS, se harán en el subsuelo y en el interior.
"Había que tratar o reconstruir la cuarta fachada, que da al edificio de la Legislatura. El proyecto propone convertirla en un espacio público. La reja se corre tres metros y deja toda la esquina como espacio abierto. Además, prevé una sala auditorio y un pequeño recinto", explicó a LA GACETA Juan Ramazzotti, presidente del Colegio de Arquitectos.
El concurso es vinculante, por lo que el proyecto ganador deberá realizarse tal como lo pensaron sus autores. El ganador no solo recibirá $ 50.000 como premio (el segundo premio es de $ 15.000) sino que, además, realizará el proyecto ejecutivo por $ 100.000 y se lo entregará al comitente, la Legislatura de Tucumán. Se estima que el edificio se podrá estrenar en 2013.
El jurado destacó que la obra resultó elegida porque resalta el valor patrimonial del edificio "Simboliza con sobriedad el tema del concurso y representa un diálogo armonioso entre un pequeño edificio y un edificio grande (la actual Legislatura), conjugando lo moderno con lo viejo", dice el dictamen.
"El primer y segundo premio se destacan por el trabajo conceptual. Hacen planteos de organización muy interesantes, porque la memoria no es unidireccional ni tiene una sola interpretación, sino que dispara el debate y pone en marcha subjetividades", señaló Aríñez", añadió.
El de la ex Brigada será el primer espacio completamente dedicado a la memoria en la provincia. En los últimos años se hizo la señalización como CCD en la ex Jefatura de Policía, en el Arsenal Miguel de Azcuénaga y en la Escuelita de Famaillá, pero ninguno funciona como museo.
Al rescate La decisión de revalorizar del edificio se tomó para protegerlo, cuando empezaron a sonar voces desde la propia Legislatura, que pretendían demolerlo, ya sea para "porque tapa la vista del nuevo edificio de la Cámara" o "porque es un símbolo del horror".
"El Colegio de Arquitectos tiene una posición de defensa del patrimonio, como sucede con la Casa Sucar, como hicimos con el ex Banco Provincia. En este caso, además de una cuestión patrimonial arquitectónica, se trata de un espacio público con implicaciones fundamentales desde el punto de vista de nuestra memoria", concluyó Ramazzotti. LA GACETA ©
El trabajo ofrece recuperar la "piel" original en la fachada que da sobre avenida Sarmiento y sus laterales. La fachada posterior, que se demolió, junto con parte del edificio, para construir la nueva Legislatura, estará cubierta con paneles para armar una "sala de la memoria". Ese sector, donde estaban los calabozos de los secuestrados o lugar de reunión de detenidos, se recuperará como espacio público, que eventualmente podrá quedar cubierto para algunas actividades.
Las mayores intervenciones, explicó Natalia Ariñez, arquitecta y representante de la Agrupación HIJOS, se harán en el subsuelo y en el interior.
"Había que tratar o reconstruir la cuarta fachada, que da al edificio de la Legislatura. El proyecto propone convertirla en un espacio público. La reja se corre tres metros y deja toda la esquina como espacio abierto. Además, prevé una sala auditorio y un pequeño recinto", explicó a LA GACETA Juan Ramazzotti, presidente del Colegio de Arquitectos.
El concurso es vinculante, por lo que el proyecto ganador deberá realizarse tal como lo pensaron sus autores. El ganador no solo recibirá $ 50.000 como premio (el segundo premio es de $ 15.000) sino que, además, realizará el proyecto ejecutivo por $ 100.000 y se lo entregará al comitente, la Legislatura de Tucumán. Se estima que el edificio se podrá estrenar en 2013.
El jurado destacó que la obra resultó elegida porque resalta el valor patrimonial del edificio "Simboliza con sobriedad el tema del concurso y representa un diálogo armonioso entre un pequeño edificio y un edificio grande (la actual Legislatura), conjugando lo moderno con lo viejo", dice el dictamen.
"El primer y segundo premio se destacan por el trabajo conceptual. Hacen planteos de organización muy interesantes, porque la memoria no es unidireccional ni tiene una sola interpretación, sino que dispara el debate y pone en marcha subjetividades", señaló Aríñez", añadió.
El de la ex Brigada será el primer espacio completamente dedicado a la memoria en la provincia. En los últimos años se hizo la señalización como CCD en la ex Jefatura de Policía, en el Arsenal Miguel de Azcuénaga y en la Escuelita de Famaillá, pero ninguno funciona como museo.
Al rescate La decisión de revalorizar del edificio se tomó para protegerlo, cuando empezaron a sonar voces desde la propia Legislatura, que pretendían demolerlo, ya sea para "porque tapa la vista del nuevo edificio de la Cámara" o "porque es un símbolo del horror".
"El Colegio de Arquitectos tiene una posición de defensa del patrimonio, como sucede con la Casa Sucar, como hicimos con el ex Banco Provincia. En este caso, además de una cuestión patrimonial arquitectónica, se trata de un espacio público con implicaciones fundamentales desde el punto de vista de nuestra memoria", concluyó Ramazzotti. LA GACETA ©
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