29 Octubre 2012
PURA FELICIDAD. "Anímicamente este empate es muy importante", justificó Erviti.
BUENOS AIRES (por Marcelo Androetto, especial para LA GACETA).- Esa imagen, el tackle de Santiago Silva a Walter Erviti en el festejo del 2 a 2 fue todo un símbolo. El volante y el delantero fueron los principales responsables de que casi todo el Monumental enmudeciera ayer en tiempo de descuento.
Julio César Falcioni fue "rescatado" ante los "millonarios" por sus soldados preferidos. Sobre todo por Erviti, el héroe en esa definición de área chica, rápida y efectiva, ante un Marcelo Barovero que salió algo lento. El "Tanque" Silva también fue partícipe en esa jugada postrera, bajándole la pelota a su mejor socio. Y un rato antes había pateado con autoridad el penal del descuento, que le permitió a Boca seguir con vida hasta el final. "Es un lindo gol por el momento que vivimos, por lo que hablan afuera. Hicimos un gran esfuerzo y me pone muy contento", enfatizó Erviti tras el superclásico, en obvia referencia a los problemas de vestuario que tienen a "JC" Falcioni en el centro de la tormenta.
El mediocampista de los "xeneizes" había jugado un partido regular. A tono con la medianía general de un equipo que sufre para generar fútbol. Y sabido es que en función estricta de doble cinco, algo más alejado del área de lo que hacía en aquel Banfield campeón, a menudo Erviti pierde peso, y sobre todo brillo. Pero cuando sus compañeros -y su entrenador- más lo necesitaban apareció allí donde más duele. Y se hizo dueño de todos los flashes.
"Anímicamente este empate es muy importante", justificó la algarabía del final. Y reconoció los méritos del rival, aunque también sacó pecho por la garra exhibida por su equipo. "River jugó mejor, nosotros tuvimos que remarla de atrás", expresó el volante convertido en inesperado héroe. Agustín Orion falló en el arranque del partido y llegó el gol de Ponzio. "Me picó muy lenta. También es mérito de él, tiene buena pegada y entendió cómo estaba el campo de juego", explicó el arquero. Lejos de lamentarse por el error, sacó chapa tras el empate. "Acá tengo suerte, contra River siempre me va bien. Vine con San Lorenzo y lo dejé afuera de la Copa... "recordó.
El mediocampista de los "xeneizes" había jugado un partido regular. A tono con la medianía general de un equipo que sufre para generar fútbol. Y sabido es que en función estricta de doble cinco, algo más alejado del área de lo que hacía en aquel Banfield campeón, a menudo Erviti pierde peso, y sobre todo brillo. Pero cuando sus compañeros -y su entrenador- más lo necesitaban apareció allí donde más duele. Y se hizo dueño de todos los flashes.
"Anímicamente este empate es muy importante", justificó la algarabía del final. Y reconoció los méritos del rival, aunque también sacó pecho por la garra exhibida por su equipo. "River jugó mejor, nosotros tuvimos que remarla de atrás", expresó el volante convertido en inesperado héroe. Agustín Orion falló en el arranque del partido y llegó el gol de Ponzio. "Me picó muy lenta. También es mérito de él, tiene buena pegada y entendió cómo estaba el campo de juego", explicó el arquero. Lejos de lamentarse por el error, sacó chapa tras el empate. "Acá tengo suerte, contra River siempre me va bien. Vine con San Lorenzo y lo dejé afuera de la Copa... "recordó.
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