24 Octubre 2012
Pablo García, propietario de Santa Diabla, confirmó a LA GACETA que lo primero que hará al llegar a Tucumán -está en Salta- hoy por la noche es tratar de comunicarse con las jóvenes damnificadas y sus familiares. "Voy a dar la cara como dueño. Por eso quiero hablar con las chicas y con sus padres y madres. Luego con mi empleado. Yo soy un incursor en este rubro, no soy empresario de la noche, no soy una persona de la noche. Tengo mi familia, mi mujer, mis dos hijos... Nada que ver con el rubro. Me metí en esto como un negocio más. Además, yo no soy ni rubio ni de ojos verdes. Soy bajo, de tez morena; no comparto lo que pasó. Esto me tomó por sorpresa.", destacó García durante una comunicación telefónica con nuestro diario.
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