"Seguro, se lesionó el codo, je"

Los últimos minutos de espera en Buenos Aires de la delegación, antes de subir al avión que la traerá de regreso a casa, se esfuman entre mates y charlas futboleras. En Atlético el punto logrado anoche contra Huracán tiene un valor relevante. Porque motiva.

Pero como toda guerra, hay heridos. Uno de ellos fue César More, quien todavía sigue masticando bronca después del codazo que le regaló Rodrigo Erramuspe entrado el segundo tiempo. "Fue un golpe fuerte. Por suerte, nada del otro mundo pese a la cantidad de sangre que perdí", le cuenta a LA GACETA el lateral como intentado llevar tranquilidad a los suyos.

César está bien, entero pero algo dolido, claro. Lo mismo, le pone buena cara al mal tiempo. "Seguro, Erramuspe se lastimó el codo después del golpe que me dio, je", bromea el defensor haciendo referencia al impacto codo-nariz del ex Lanús. Increíble pero real, Erramuspe golpeó a otro "decano" también. No sólo cobró More sino también Gabriel Méndez a quien entre hoy y mañana le realizarán una resonancia magnética en la rodilla izquierda. "Gaby" se comió un patadón del reciente refuerzo del "globito", que ni siquiera fue amonestado. "Ni se disculpó", asevera More.

"Tiene un esguince en la rodilla izquierda, que afecta un ligamento. Vamos a hacer los estudios para sacarnos todas las dudas", informa el doctor de la delegación, Agustín Muñoz. El "doc" no quiere apresurase en entregar detalles sin antes pasar por los exámenes de rutina. Prefiere la mesura.

En cambio lo de More, más allá del susto, está todo bien. "Por suerte ya pasó. Me da bronca no haber podido seguir en la cancha (jugó apenas siete minutos). Yo quería seguir...", se lamenta el nacido en Banda del Río Salí al tiempo que festeja el punto logrado en Parque de los Patricios. "Era importante, lo necesitábamos. Esto nos va a venir muy bien pensando en lo que viene, que es Banfield", dice.

Precisamente el "taladro" será el rival a vencer en el Monumental, pero antes los del sur del Gran Buenos Aires se enfrentarán a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, mañana, en casa del "lobo". "Ahora nos toca Banfield, que para mí es un rival muy querido: ahí jugué tres años y salí campeón", agrega Santiago Ladino, a sabiendas de que deberá traicionar (con gusto) su simpatía contra su ex club con tal de sacar a este "decano" adelante. LA GACETA ©