El clásico, el remedio

El clásico, el remedio

Por Jorge Neri - DyN.

GOLEADORES. Trezeguet podrá jugar el domingo y Silva quiere hacer un gol. DYN GOLEADORES. Trezeguet podrá jugar el domingo y Silva quiere hacer un gol. DYN
23 Octubre 2012
Si los prólogos victoriosos aparecen como inyección anímica, River y Boca llegarán con distintas cuotas de anemia futbolística al superclásico del domingo próximo en el Monumental, tras un año y medio sin un enfrentamiento oficial entre los dos grandes. Si Boca atravesó los últimos cuatro partidos con dos derrotas, cuyo sabor también se hizo extensivo a otros dos empates en La Bombonera, es el "xeneize" el que transita el peor momento en la previa.

Claro que Julio César Falcioni, como escribano de la armadura, aparece como el fusible en el caso de una derrota, más allá que el cambio llegue al final del torneo Inicial. Aún mediante elogios de los dirigentes hacia el técnico, que en nada significan la firma de un cheque en blanco, Falcioni hace tiempo que no le encuentra la vuelta al equipo y sus hinchas se impacientan. La vuelta de Albin le permitirá al DT volver al 4-4-2 con Sánchez Miño en el medio y Clemente como lateral izquierdo.

En River estará entonces el remedio a la anemia boquense,  cuyo estado clínico está afectado por virus y bacterias de los dominadores tribuneros que Daniel Angelici se resiste a combatir.

Los nueve goles en dos victorias consecutivas llevaron oxígeno a al club de Núñez que aparecía sofocado por la falta de fútbol y con un entrenador que no encontraba la fórmula de la salvación. Arsenal y Godoy Cruz le devolvieron la sonrisa a Matías Almeyda por reverdecer del fútbol sostenido por los 11 jugadores de la banda roja. Pero la falta de creatividad y los errores defensivos amalgamaron al último River, el que perdió con Quilmes en un partido aburrido. El crédito de las dos victorias consecutivas, los nueve goles y haber salido de la tan temida zona de descenso, una derrota en el Monumental devolverá a Almeyda -espera saber si podrá contar con Trezeguet- y sus dirigidos al limbo donde el grupo transitaba hace tres semanas.

Se viene un clásico como no se daba desde el primer semestre de 2011, pero sin muestras de buen fútbol. Ambos esperan encontrar el remedio ante el histórico rival. Necesitan curar una enfermedad que los tiene a maltraer.

Comentarios