Soluciones para el problema del agua en Tafí Viejo

Soluciones para el problema del agua en Tafí Viejo

Dos estudiantes de Geología lograron detectar dónde conviene perforar nuevos pozos. Premiados en Brasil.

ORGULLOSOS. Gracias a Joaquín, al profe Jorge García, que los dirigió, y a Nadia será más fácil hallar agua. ORGULLOSOS. Gracias a Joaquín, al "profe" Jorge García, que los dirigió, y a Nadia será más fácil hallar agua.
23 Octubre 2012
Nadia Acevedo y Joaquín García estudian Geología en la Facultad de Ciencias Naturales y están convencidos de que no sirve adquirir nuevos conocimientos si no se vuelcan para mejorar la vida de los demás. Tenían razón, y te contamos por qué.

El congreso

"La ciudadanía y el desarrollo social", leyeron... y se entusiasmaron. Era el tema de las XX Jornadas de Jóvenes Investigadores de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (casas de estudio de Argentina, Bolivia, Brasil Chile, Paraguay y Uruguay). La cita fue entre el 3 y el 5 de este mes en Curitiba (Brasil). Decidieron que iban a participar, pero para ello debían sortear las V Jornadas de Jóvenes Investigadores de la UNT, que se realizaron a principios de julio. Lo lograron.

Y tenían razón en soñar: su trabajo obtuvo en Brasil el primer puesto (compartido).

La investigación

Acevedo vive en "La Ciudad del Limón" y, como todos los taficeños, sufre la falta de agua durante todo el año, en especial en los largos meses de calor. "Queríamos demostrar que con pocos medios puede resolverse un problema", sostuvo Acevedo, consciente de que el problema (y las quejas vecinales) afecta no solo a Tafí Viejo, sino también a Villa Carmela y a Yerba Buena. Estudiaron antecedentes y notaron que de algunos pozos de la zona se obtiene mucha agua, mientras que otros, cercanos, dan muy poca.

"Hicimos la exploración hidrogeológica; nos apoyamos en la geofísica y sumamos datos del subsuelo. Mediante electrodos, inyectábamos en el suelo corriente, que es recibida por otros electrodos; las mediciones nos permiten hacer cálculos de electrodinámica para obtener la receptividad aparente del subsuelo", contó García.

"Mientras crece la distancia entre electrodos se profundiza la interpretación de los distintos niveles del subsuelo", explicó por su parte Acevedo, pero aclaró que, por sí sola, esa medición no sirve. "Como se trata de una zona urbanizada y hay muchos pozos -algunos buenos, otros malos- pedimos a organismos oficiales los perfiles. Tratamos de dibujar cómo es la cuenca por debajo del suelo y cuáles son las áreas que vale la pena explotar. La idea era hacer un trabajo detallado que permitiera elegir una buena zona, de modo que se logre un buen rendimiento de pozo", añadió. La investigación concluyó que en la zona existen lugares positivos.

Acevedo y García están orgullosos. "Lo mejor del trabajo -de bajo costo y poco invasivo en la zona- es que puede ser utilizado cuando se planifiquen perforaciones. Así, el Estado evita el gasto de perforar sin buenos resultados", puntualizó Acevedo.

García indicó que el trabajo se encuentra a disposición de los organismos que lo requieran. "Básicamente, les decimos cuáles son las áreas más favorables para perforar", precisó.

El director

Durante el proceso contaron con el apoyo de Jorge García, docente de Hidrogeología e investigador del Instituto Superior de Correlación Geológica (Insugeo-Conicet). "Cada año, la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNT organiza jornadas para incentivar la investigación en jóvenes estudiantes y profesionales. Estábamos convencidos de que investigar sobre el agua subterránea resultaba importante para fortalecer los lazos entre la UNT y la comunidad. Muchas veces se critica al investigador; se dice que la sociedad no tiene acceso a su labor", señaló. Agregó que solo guió a sus alumnos: "los coordino, porque recién se están formando. Este es un trabajo muy duro, y no siempre se obtiene reconocimiento. Hoy es muy difícil atraer a los chicos a la investigación; la distinción y el viaje a Brasil fueron alicientes para ellos".

El profesor sugirió que este premio debería alertar a las autoridades de las que depende el financiamiento de programas de investigación científica. "Cuando hay una dificultad económica, lo primero que se recortan son estos recursos -advirtió-. Esto debe leerse como un llamado de atención: necesitamos fondos; se puede trabajar en conjunto y dar soluciones a la gente. En la medida en que contemos con más dinero, mejor será nuestro trabajo. Estos chicos están trabajando ad honorem".

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