22 Octubre 2012
RIENDA SUELTA AL FESTEJO. Cruz Alta y su gente celebraron la vuelta a la máxima competencia liguista. LA GACETA / FOTO DE ENRIQUE GALINDEZ
Dignificaron el fútbol y tiraron por tierra todos los pronósticos agoreros. Cruz Alta, al empatar 0 a 0 con Villa Mitre, logró ascender a Primera. Lo mejor: ambas hinchadas despidieron con aplausos al equipo que logró cumplir con el objetivo.
El "cuervo" del este llegaba a esta confrontación decisiva con la tranquilidad de haber ganado el partido de ida por 2 a 0. Una ventaja importante que resultaría determinante para sellar sus pretensiones. Por eso manejó los tiempos y el accionar del partido.
La presión pasó a ser patrimonio del equipo anfitrión. La propuesta no era fácil. Tenía que ganar al menos por una diferencia de dos goles para llegar a los penales.
Pero se encontró ante un grupo de jugadores experimentados que saben cómo dar pelea en estas batallas. El trabajo de Gustavo Córdoba, Amadeo Carrizo y Aníbal Roy González fueron suficiente para un rival que a medida que fueron pasando los minutos fue cayendo en un cúmulo de voluntades sin ideas.
En el complemento todo fue a favor del conjunto visitante que se movió en forma inteligente. El técnico Marcelo Rubino, lejos de especular con el resultado a favor, planteó el partido en campo ajeno. ¿Motivos? Sabía que si la pelota se mantenía lejos de su arco le restaría al rival la posibilidad de complicar la resistencia del arquero César Jiménez.
Mantuvo el cero en su arco y al final pudo dar rienda suelta a la celebración de un ascenso que fue premiado con el aplauso de las dos hinchadas.
El "cuervo" del este llegaba a esta confrontación decisiva con la tranquilidad de haber ganado el partido de ida por 2 a 0. Una ventaja importante que resultaría determinante para sellar sus pretensiones. Por eso manejó los tiempos y el accionar del partido.
La presión pasó a ser patrimonio del equipo anfitrión. La propuesta no era fácil. Tenía que ganar al menos por una diferencia de dos goles para llegar a los penales.
Pero se encontró ante un grupo de jugadores experimentados que saben cómo dar pelea en estas batallas. El trabajo de Gustavo Córdoba, Amadeo Carrizo y Aníbal Roy González fueron suficiente para un rival que a medida que fueron pasando los minutos fue cayendo en un cúmulo de voluntades sin ideas.
En el complemento todo fue a favor del conjunto visitante que se movió en forma inteligente. El técnico Marcelo Rubino, lejos de especular con el resultado a favor, planteó el partido en campo ajeno. ¿Motivos? Sabía que si la pelota se mantenía lejos de su arco le restaría al rival la posibilidad de complicar la resistencia del arquero César Jiménez.
Mantuvo el cero en su arco y al final pudo dar rienda suelta a la celebración de un ascenso que fue premiado con el aplauso de las dos hinchadas.
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